Haciendo zapin, costumbre tan
española como el retraso del tren de Medinilla del Campo, vi
en la Academia de Operación Triunfo a mi amigo, Julio
Iglesias, charlando con los chavales que sueñan con llegar,
algún día, a ser cantantes famosos.
Julio que es un tío extraordinario, como persona y como
cantante, ante la sorpresa de los chavales, les decía que si
se hubiese presentado al casting de OT no lo hubiesen
elegido para entrar en la Academia. Y llevaba toda la razón
del mundo, Julio, al hacer tal afirmación. Lo suyo, su
triunfo, se ha cimentado sobre el trabajo, el entusiasmo, la
ilusión y una entrega total para llegar a ser quien es hoy
día, nuestro cantante más universal, al que el paso del
tiempo no le hace mella alguna en su arte. Dicen que cada
doce segundo, en algún lugar del mundo, suena la voz de
Julio Iglesias.
Tuve la suerte de conocer y presentar a Julio Iglesias,
cuando ambos éramos muy jóvenes, en la caseta del recinto
ferial que ponía El Centro Cultural de los Ejércitos durante
las fiestas patronales. Después hemos vuelto a coincidir en
algunas ocasiones y por esas cosas que tiene la vida, entre
nosotros, nació una buena amistad.
La primera vez que nos conocimos y que tuvimos la
oportunidad de charlar un rato fue, precisamente, en las
fiestas patronales en la caseta del Centro Cultural de los
Ejércitos. Venia, Julio, de ganar el festival de Benidorm, y
mientras hacíamos tiempo para que se iniciará su actuación
nos hicimos nuestras confidencias. Julio, estaba cargado de
ilusiones, en su rostro se reflejaba, sus enormes ganas de
triunfar en esta difícil profesión, para la que había dado
un paso adelante al ganar su primer festival. Íbamos a
empezar y fu en aquel momento, antes de salir al escenario
para presentarlo cuando me volví y le dije: “Tú triunfarás”.
Años después, volvimos a coincidir y al saludarnos, sin
siquiera darnos tiempo a preguntarnos por esas cosas que
siempre se preguntan los amigos, me dijo: “Gracias, tío,
acertaste de pleno”. No había olvidado la frase que, muchos
años antes, le había dicho en la primera oportunidad que
tuvimos de conocernos y actuar juntos.
Julio, además de ser buena gente, es un tipo agradecido y
amigo de sus amigos. Una muestra de su amistad, me la dio
hace años, cuando por circunstancias de la vida pase unos
malos momentos debido a una infección en el pancrea, él
junto a otros artistas de primera fila, fue de los primeros
en ofrecerse para cuanto pudiese necesitar. Gracias al
doctor Fossati, la cosas se quedó en un simple susto y me
pude recuperar sin más. Pero, entonces, comprendí dónde
estaban y cuáles eran mis grandes amigos. Unos amigos
nacidos en el mundo de la farándula y de los guardo, de
todos ellos, un grato recuerdo e incluso cuando pasa el
tiempo, y les vuelvo a ver, aunque sea en la tele, siento
una gran satisfacción. ¡Que grande es la amistad cuando es
auténtica!.
La amistad, al menos para mi persona, está muy por encima de
cualquier otra cosas. Siento auténtica veneración por la
amistad y puedo presumir de tener grandes amigos elegidos
por mi, porque a mis amigos los elijo yo. Conocidos, por
supuestos , tengo muchos pero eso es otra cosa diferente a
la amistad. Que nadie olvide, que quien tiene una amigo,
tiene un tesoro.
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