El Ministerio de Economía y
Hacienda dio a conocer el resultado de sendas operaciones,
de apariencia espectacular, en las ciudades de Ceuta y
Melilla donde, en principio, se había “descubierto” una
trama de blanqueo de capitales.
La nota emitida desde Madrid y ‘repicada’ desde la
Delegación del Gobierno de Ceuta a los medios de
comunicación, no era muy concreta pero anunciaba el
descubrimiento de una red que habría blanqueado hasta 14
millones de euros. El comunicado de prensa mezclaba dos
operativos en los que, decía el texto, habían caído seis
individuos que se encontraban detenidos (cinco en Melilla y
uno en Ceuta) y en el que se habían intervenido medio
centenar de propiedades inmobiliarias, más de una decena de
vehículos y se habían bloqueado casi un centenar de cuentas
bancarias y fondos de inversión. Estos datos absolutamente
espectaculares dieron lugar a titulares no menos
sensacionales. Difícil contradecir lo descrito en toda una
nota de prensa lanzada desde Madrid por nada menos que el
Ministerio de Economía y Hacienda.
De modo que, por este motivo, se dio publicidad a un asunto
que -tras su seguimiento periodístico, al menos en Ceuta- ha
traído como consecuencia más ruido que nueces.
Si en la nota se hablaba de un detenido, El Pueblo de Ceuta
puede asegurar que no lo hay (sólo un imputado al que se le
deben probar los delitos que se le achacan, pero por
supuesto no está detenido). En el comunicado de prensa se da
conocer que la actividad de este individuo estaba
relacionada con la joyería. Pues tampoco, el individuo
imputado, que no detenido, no es joyero. Se trata de un
hombre de negocios que en los últimos tiempos compraba y
vendía complementos relacionados con la bisutería. Es más,
ayer todavía no se sabía el juzgado en el que, por reparto,
debe caer el caso ya que el número 3 de los de Ceuta, tras
tomar declaración al imputado se ha inhibido.
Por tanto la reincidencia de mezclar para según qué casos
Ceuta con Melilla, así como la ambigüedad y la falta de
concreción en un comunicado oficial, ha provocado un gran
malestar en el sector que se ha visto afectado, es decir el
joyero. ¿Quién rectifica?
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