Sonsoles Oteyza expone hasta el 17 de diciembre, en el museo
del Revellín, su última muestra ‘La esencia del color’.
Ayer, acompañada de la consejera de Cultura, Mabel Deu,
procedió a la inauguración formal de una obra que constituye
la segunda exhibición pictórica en lo que va de año. Atenta
al espacio que la rodea, la artista madrileña afincada en
Ceuta vuelve a trabajar la naturaleza a través de los
espacios urbanos. Parques, mercadillos, jardines y lagos
encuadran el leit motiv de su exposición. Una manifestación
de la naturaleza individual mediante la naturaleza plural.
Después de casi veinte años -Oteyza comenzó a exhibir su
obra en 1988-, las representaciones de la pintora cobran
fuerza en esta muestra individual. Paisajes luminosos,
radiantes de color, para describir momentos de quietud o de
actividad en la calle. Espacios con gente como los parques
ajardinados se muestran solitarios bajo la atenta mirada del
ser humano.
Una larga serie de caminos encontrados, entre los que
destacan sus encuentros en Marruecos. La vida rutinaria y el
alboroto de los mercadillos discurren tranquilos y sosegados
bajo la percepción de Oteyza.
El riesgo colorista es su seña de identidad. Sin miedo a la
paleta, se lanza de nuevo a la búsqueda de momentos íntimos
en todos los lugares comunes.
El diario ABC dice de ella: “Sin otra preocupación que el
hallazgo del mejor momento luminoso (...) parece ser el
propósito de esta pintora”.
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