…Soldadito valiente, el orgullo
del sol, es besarte en la frente…”Cuando sea oficial de la
reserva del Ejército Español apuesten algo a que desfilaré,
marcialmente, al son del “Soldadito Español”, que me pasa
con este himno como con “Banderita” que se me emociona el
corazón y comienzo a moquear, porque, como buena
descendiente de visigodos y gitanos, tengo unos sentimientos
muy sentidos y unos pensamientos muy pensados.
Por eso pienso (luego existo) en que carajo se les han
perdido a nuestros mil infantes de Marina en el Líbano,
porque esa no es nuestra guerra ni considero que, ningún
europeo, está obligado a exponerse tan siquiera a hacerse
una rozadura en un pie por culpa de la bota, en el culo del
mundo y encima con el riesgo de que les ataquen los
terroristas del Hezbolá, que en el Palo se dice el Erbolá y
da una especie de espeluco porque suena a ese virus
africano, el Ébola y da cojonitis porque nos están
espamploneando por el suelo patrio a miles de africanos sin
control sanitario de tipo alguno y se puede liar la mundial
a nivel epidemiológico. ¡No vean el susto y la aprensión!
¡No vean la irresponsabilidad y la imprudencia del
Ministerio de Sanidad!. Pero, cretinismo e improvisación
política aparte, estoy y no estoy de acuerdo con el envío de
nuestros chicos y nuestras chicas al Líbano.
Comentan mis colegas de Internet que, como buenos y leales
judeocristianos, nuestro deber ético y moral es contribuir
al apaciguamiento de aquella zona porque ello beneficia a
los judíos y judíos fueron Nuestro Señor Jesucristo y su
Amantísima Madre y además está la memoria del Holocausto y
el hecho de que, los israelitas son occidentales y la
mayoría europeos como nosotros. Vamos, que Israel es la
única democracia occidental en aquella desastrosa zona y
como, a Occidente, le ilusionan retos imposibles como
exportar los valores y los sistemas democráticos paridos por
la filosofía griega, el Derecho Romano, el Humanismo
Cristiano y su espectacular resultado a nivel científico,
filosófico, artístico y tecnológico que somos los
menganillos occidentales ¿Para que decepcionar sus
expectativas? Máxime cuando dicen los grandes psiquiatras,
occidentales por supuesto, incluido el padre del
psicoanálisis Sigmund Freud judío austriaco, dicen los
expertos que, la infelicidad deriva del incumplimiento o la
frustración de las expectativas del ser humano. Dejemos
entonces a los occidentales ilusionarse y ser felices como
tiernos infantes fantaseando y tabulando sobre unos países
árabes profundamente democráticos y ejemplares en cuanto al
estricto cumplimiento y respeto de los Derechos Humanos y de
los protocolos de los Derechos del Niño.
Los tontos de los franceses, famosos por no haber ganado
nunca ninguna guerra desde los tiempos de Napoleón y que
existen gracias a los cojones de los miles de americanos que
dieron su vida en el desembarco de Normandía, esos insignes
vainas van a mandar la misión de las tropas internacionales
y junto a ellos los italianinis ¡como para fiarse! Y allí
dicen que van a mandar a nuestros soldados ¿Y que pasa si
los Erbolases les atacan? ¿Tienen permiso para disparar y
defenderse o les tienen que desarticular con la solidaridad,
la tolerancia y dándoles besos de tornillo? Estoy de acuerdo
y no estoy de acuerdo. Si tienen permiso, de ser necesario,
para pacificar aunque sea a tiro limpio, entonces estoy
plenamente de acuerdo, porque soy persona de paz y además
creo mucho en la importancia de las clases prácticas dentro
del aprendizaje de la soldadesca ¡No todo va a ser teoría!.
Decía Woody Allen que, las guerras, tienen su lado positivo:
viajas, conoces a gente nueva y si no te gusta la matas.
¿Qué dicen? ¿Qué eso es políticamente incorrecto y que se
nota que el genial Woody Allen es judío? Si. Se nota por los
repentes. Le da un repente y te deja una frase, cargada de
mala leche y de profundo sentido común, para la Historia.
Que vayan nuestros muchachos si pueden cumplir con su
trabajo, aprender, evolucionar y tomar conciencia de que, el
enemigo común de la civilización es el terrorismo y de que
nunca te encontrarás frente a frente a un ejército
terrorista en un campo de batalla. Esos usan otros ardiles,
se solapan y se escudan en la población civil y la guerra
convencional no les va porque no están preparados, les va lo
furtivo, lo traicionero, la masacre caiga quien caiga y
siempre a escondidas. Para ellos no hay juego limpio ni
Convenciones de Ginebra. Las guerras contra los terroristas
no son guerras entre caballeros sino contra hienas y las
normas han de ser otras infinitamente más contundentes y
disuasorias. Empezando por indagar sobre, de donde sacan los
Erbolases los puñados de billetes y los fajos de dólares que
van repartiendo con prodigalidad entre los damnificados por
la guerra. No es normal que el timorato gobierno libanés,
que no es capaz de sacar de su país a los terroristas a
patadas en los cojones para que no les busquen la ruina a
los libaneses, no indague sobre los sacos de billetes de
procedencia desconocida que están regalando. Los Erbolases
no tienen un puto duro y son unos miserables y los que les
están financiando están financiando al terrorismo y merecen
una durísima sanción internacional. Además son hipócritas
estos barbas, salían en televisión y no daban dinero de
ellos, daban dólares, con todo lo que odian a los americanos
si que babean por el signo del dólar, cuando debían
rechazarlo y dar euros, máxime cuando, el la portada de El
Mundo salía un erbolá pontificando y lanzándole flores a
Zetapé, el terrorista emocionado ¡criaturita! Diciendo que,
para todo el mundo occidental los erbolases eran terroristas
menos para Zetapé que les llamaba “resistentes”. ¿Qué donde
ponía esa barbaridad? Pues en El Mundo de hace unas semanas.
Yo lo leí. Y me sentí humillada, gentuza y tercermundista y
antes que nada, profundamente abochornada porque, aquel
indeseable estuviera extendiendo sus alabanzas a mi Patria
con sus cariñosas palabras al Zetapé. ¡Espera Zetapé las
próximas elecciones que vas a ver!.
Mil españoles en territorio comanche, lo que tranquiliza es
que, el ejército de Israel que es el mejor del mundo, estará
en la retaguardia por si la cosa se pone caliente, los
erabolases se ponen “bandíos” y hay que echar un cable a
nuestros chicos. Yo, con los samuelitos guardándome el culo
estaría tranquila, si no ¿de donde?. Me gusta “Soldadito
Español” más que a un tonto una volaéra y confío en poder
desfilar el himno y no me importa esperar un poco. Lo que sé
es que, por honor, yo nunca podré desfilar ante una tribuna
donde se encuentre un tipo que haya llamado “resistentes” a
unos terroristas, como occidental me niego, como católica me
repele y como española no puedo. ¿Me entienden?.
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