La situación era insostenible para los trabajadores de la
empresa de autobuses urbanos Hadú-Almadraba. La plantilla
llevaba meses demandando el plus de peligrosidad para los
conductores que realizaran la conocida línea 8 hacia la
barriada del Príncipe.
La reunión mantenida entre el presidente de la Ciudad
Autónoma, Juan José Vivas y los delegados de la compañía dio
sus frutos puesto que el acuerdo ha sido posible. El
dirigente ceutí ha evitado así la huelga con la que
amenazaban los trabajadores si no se les hacía efectivo el
plus de peligrosidad.
“Los empleados recibirán la parte proporcional según las
quincenas trabajadas en esta zona, todos los documentos
están preparados y la partida económica está asignada”,
confirmó el portavoz de la compañía, Pepe Molina.
La Ciudad se hará cargo del pago de este plus de
peligrosidad hasta el próximo 21 de diciembre. A partir de
enero, será la propia empresa, la que se ocupe de pagar esta
comisión dentro del aumento de tarifa, en un apartado que se
estipulará “por convenio”.
Molina quiso dejar claro que las demandas de los
trabajadores no tienen un fin meramente económico sino que
vienen a subrayar la importancia de la seguridad para los
conductores.
“Lo importante no es ganar unos euros más sino que no
atenten contra los vehículos y los trabajadores. Todo
coincidió con los altercados en el Príncipe pero estos
hechos ocurren en cualquier otro lugar”, insistió el
portavoz de la empresa. De hecho, hace diez días, la puerta
de uno de los autobuses fue machacada por una piedra en Hadú.
La preocupación final que pone al descubierto este plus de
peligrosidad es que es inseguro transitar o realizar un
transporte público en las barriadas, porque existe falta de
vigilancia.
Las pedradas que dañaron al conductor del autobús que hacía
la línea hacia el Príncipe Alfonso propiciaron que los
trabajadores de la empresa se pusieran en pie guerra en el
mes de marzo. Sucesivas medidas de seguridad en los
autobuses que se dirigen a esta barriada no han sido
suficientes para acallar las críticas de los conductores que
se sienten inseguros.
El servicio se paró en seco durante un fin de semana y
16.000 personas se quedaron sin medio de transporte público.
Hubo varias agresiones con piedras a los autobuses en las
semanas sucesivas pero, poco a poco, se retomó la actividad.
Ahora los trabajadores tendrán el simbólico ajuste económico
por su trabajo.
|
La señalización queda pendiente
Los representantes de los
trabajadores de Hadú-Almadraba volverán a reunirse con el
presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Vivas,
próximamente para tratar varios temas pendientes.
El portavoz de la empresa, Pepe Molina, aseguró que todavía
no hay una fecha concreta para esta cita porque primero
deben realizar un informe sobre la situación. Las demandas
de los conductores de autobuses urbanos se centran en estos
momentos en mejorar la señalización de las paradas porque
según comentaron “existen muchos puntos de la ciudad
carentes de las señales obligatorias”. Además, los empleados
consideran fundamental que las autoridades acentúen los
controles para que los particulares no aparquen en las
paradas.
|