El día, paulatinamente, se va
acortando y aunque las temperaturas agosteñas no nos
abandonan del todo, ya hay un runrun en todas las familias
con niños y más de una expresión alicaída por el final de
las vacaciones.
En Málaga, la vuelta al cole, la fija el Corte Inglés cuando
habilita una planta y la atiborra de libros de texto y
uniformes. En Andalucía existen numerosas becas y ayudas
para comprar los libros, de hecho yo voy a pedir una para
los de segundo de bachillerato de mi Erik ¿Qué dicen? ¿Qué
eso es para los pobres? Yo soy pobre y tengo garantizada la
entrada en el paraíso, porque ya lo dijo mi Señor: que era
más fácil para un camello el entrar por el ojo de una aguja
que, a un rico, entrar en el Paraíso. Y además de pobre soy
voraz, aunque en absoluto profesional de las subvenciones,
porque eso es ser un carota y un chupóptero.
Yo no parasito sino que curro y pediré una ayuda para
adquirir cultura y conocimientos que no para vivir sin
trabajar, haciendo de la gandulería y de la improductividad
un estilo de vida. Dan becas para libros y regalan a algunos
los libros. Yo pienso que, el derecho a adquirir
conocimientos, a todos los niveles, debería ser gratuito y
de calidad, aunque no estoy en absoluto de acuerdo con la
enseñanza obligatoria hasta los dieciséis años. No se puede
tener a mocetones y mocetonas, auténticos objetores
escolares, dando por culo en las aulas e impidiendo el que,
el resto de sus compañeros adelanten, amen de amargar al
profesorado con faltas de disciplina graves.
Los chorizacos, los cabestros y los chusmones tienen,
lógicamente, derecho a la educación, pero si no quieren
aprovechar ese derecho la solución no es obligarles por ley,
sino derivar a los conflictivos a otro tipo de escuelas o
centros de formación ¿Qué eso significa crear guetos? No. Ni
las cárceles ni los reformatorios son guetos, sino lugares
necesarios para gente que no puede convivir libremente con
la sociedad y que ha cometido hechos punibles.Los objetores
escolares no son delincuentes sino inadaptados y aunque, mi
primer consejo para los padres sería llevarles a un buen
psiquiatra, mi segundo consejo para las autoridades sería la
intervención de expertos capaces de determinar la existencia
de factores de riesgo en el seno de la propia familia. Aquí
la Junta de Andalucía retira de las familias a numerosos
niños y jóvenes. Y no hay que culpar a “la marginación, la
incultura y la pobreza” en España hay trabajo para que los
cabezas de familia se ganen dignamente el jornal, padres y
madres. Hay ofertas de todo tipo para que las personas en
riesgo de exclusión social trabajen y se culturicen con todo
tipo de cursos y hay, antes que nada, un exceso de
información.
Ahora bien, los profesionales de la marginalidad y quienes
se niegan cerrilmente a integrarse en el sistema y a
adquirir una preparación, esos improductivos trepaollas se
han equivocado, sencillamente, de país, de civilización y de
siglo y merecen un durísimo reproche social y el que se
tomen contra ellos drásticas medidas disuasorias. Hablo de
padres que no educan ni disciplinan a sus hijos y que no
tienen al menos la decencia de, si no son capaces de
educarles, renunciar a ellos a favor de las instituciones.
La pobreza, en Occidente, no es excusa para nada ni para
nadie. Trabajo hay. Que salgan a buscarlo. A no ser que se
trate de enfermos mentales o drogadictos incapaces de
integrarse, para esos reabrir sanatorios mentales de larga
estancia y tenerles recogidos y medicados.
Libros gratis, enseñanza pública, disciplina férrea en las
aulas, expulsión de elementos indeseables con su derivación
a los médicos para que les diagnostiquen y a los servicios
sociales para que les encarrilen. He conocido, por mi
profesión, a acosadores escolares que eran auténticos
psicópatas a sus pocos años, enfermos sin diagnosticar. Y
también he conocido a una mayoría de chicos y chicas, niños
y niñas, deseosos de aprender y merecedores de utilizar los
instrumentos de enseñanza y aprendizaje que lleva aparejado
este siglo. El Método Pascal para aprender a estudiar, que
debería impartirse gratuitamente en todas las escuelas. El
Método Silva de Control Mental para niños y adolescentes que
disciplina y potencia la inteligencia y la memoria. Para
aprender y entender las matemáticas el método utilizado por
los niños en Japón, para la música el Método Suzuki. Hay
continuas innovaciones educativas a nivel mundial que, a los
españoles, nos pasan de refilón y ni nos coscamos, será que,
el Ministerio pasa de innovaciones e inventos para agudizar
la inteligencia de nuestros vástagos y muchas Autonomías,
sobre todo las que se consideran “nacionalidades” están
demasiado ocupadas en manipular los libros de texto y en
inventarse su propia Historia para lavarle el coco a los
chavales, como para preocuparse por minucias tales como son
los avances fulgurantes en el terreno de la educación.
A nuestros hijos se les desaprovecha lastimosamente. Al
menos en nuestros tiempos, los del abuelo Cebolleta, nos
obligaban, a palo limpio, a desarrollar el músculo de la
memoria y lo que no podía el diálogo con los maestros, que
era inexistente, lo podía el terror que les teníamos a ellos
y a nuestros padres .Éramos memoriones y disciplinados, en
plan un poco cuartelero, pero de esos polvos obtuvimos los
lodos de generaciones de magníficos profesionales. Sin
selectividades y sin pamplinas. Codos y codos.
El fracaso escolar, importante en España e impresionante en
determinadas Autonomías tiene un mucho de aburrimiento en
las aulas, de falta de disciplina escolar y familiar, de no
haber comprendido aún que, los malos elementos no tienen
acomodo entre gente normal y tienen que ser derivados para
no impedir la evolución del resto. La política en las aulas
no puede ser de un baboso paternalismo frenando el progreso
general para tratar de “salvar” a unos indeseables o unos
enfermos. ¿Violencia en las escuelas? Expulsiones y, si se
incurre en delitos, reformatorios. Hay que variar la
política, porque la actual se ha visto que no sirve por su
excesiva permisividad y por ese redentorismo compulsivo que
parece haber dejado como valores únicos esos valores de los
que se ha de hablar poniendo voz lacrimosa de falsete, esos
mismos “la solidaridad y la tolerancia” ¡Tan manidos…! Están
el compañerismo, la lealtad, el valor, la disciplina, el
honor, la dignidad, el esfuerzo, la superación…Cualquiera de
ellos da mucho más de si y es más válido para funcionar
socialmente que los valores ñoños de pancarta de
manifestación onegetista. ¿Qué dicen ustedes? ¿Qué como se
llama el método japonés que enseña, desde la guardería a
entender y amar las matemáticas? Se llama Método Kumón, en
España lo imparten tan solo en centros especializados de
Madrid y lo aprovechan unas docenas de privilegiados hijos
de padres válidos,exigentes, rigurosos, inteligentes y con
pelas. Pero no todos nuestros niños son hijos de padres
válidos, exigentes, rigurosos, inteligentes y con pelas y no
obstante, tienen también derecho a aprender.
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