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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 30 DE AGOSTO DE 2006

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

Es un espectáculo, no el mejor espectáculo del mundo que es el circo pero, al fin de cuentas, unos actores muy malos que tienen su manager e incluso sus abogados.

En este circo, malísimo por cierto, nunca tiene problemas de asistencia, al mismo, debido a que lo dan gratis en algunos programas de las telebasuras que ofrecen las distintas cadenas, para distracción de toda esa masa de personas a la que les va el asunto del morbo y el cotilleo.

Y es lo que decía la sabia de mí abuela: “Por dinero baila el perro”.Y aquí, en este circo montado, hay mucho dinero y muchas gentes dispuestas a contar lo que haga falta sabiendo que, con ello, se van a llevar un dinero curioso.

Nada importa si, para ello, hay que mentir. Nada importa llenar los juzgados de querellas y más querellas puestas por los personajes de este circo, unos contra otros, haciendo perder el tiempo de los jueces y el dinero de todos los españoles.

Porque estos personajillos mal llamados famosos sin saber qué es lo qué hicieron, en sus vidas, para tener esa denominación, que se nos antoja ridícula, se dedican a decir, a boca llena,”ya mis abogados han tomado nota y están preparando una querella, por tal o cual motivo”. Porque ridículo es que, porque un señor o una señora vayan a un programa de telebasura, de alguna cadena cuando salgan, del mismo, sean considerados famosos. Para mearse y no echar una gota. Manda...la cosa.

Hace años, en España, me imagino que en cualquier país del mundo desarrollado e incluso de los considerados tercermundistas, para ser considerado famoso al menos había que ser algo, torero, futbolista, tonadillera, pianista, un gran cirujano. En fin, ser “algo”.

Hoy no hace falta ser “nada” porque, en realidad, todos esos “famosos” no son, absolutamente, nada.

Sólo les hace falta salir en la tele, como hemos dicho, en algunos de esos programas de telebasura y eso basta aunque, algunos de ellos, incluso los ”famosos” que están en las tertulias, con pinganillo incluido,. sean analfabetos.

En cuanto usted salga par de veces en la tele, le dé por ir a comprar a una frutería o carnicería del barrio y a una de las vecinas se le ocurra decir: ”mira es el de la tele, el que ha estado dos semanas en el programa”.Ya está, no le hace falta más, el resto de los vecinos le mirarán, a partir de esos momentos como si, usted, vecino de toda la vida del barrio, acábase de aterrizar de un platillo volante y hasta se pondrán, a su lado, para hacerse una fotografía.Usted, ya, ha ingresado en el espectáculo de la telebasura. Usted, ya, es ”famoso”.

Usted, que ya es una jartá de ”famoso”, puede ampliar ese círculo del famoseo, echándose una novia o casandose con lo cual, sus suegros, cuñadas, cuñados, primos, primas y demás parientes, pueden intervenir, en cualquier momento, a favor o en contra de usted, su novia o su esposa, según interese al manager que les lleva el asunto a ese nuevo clan de “famosos”.

La cosa se puede iniciar, cuando usted salga del programa. Se va a una discoteca y allí, le pega par de besos, previo pago, a una chica preparada por su manager para tal menester. Eso sí, siempre, teniendo en cuenta que al manager le haya dado tiempo, de llamar a un par de cámaras, de distintas cadenas, que graben el asunto.

El espectáculo ya está en marcha.Le llaman de una de esas cadenas y, usted, se deja querer, diciendo que es sólo una amiga pero, siempre, dando a entender que hay, entre ustedes algo más, que una amistad.

Con lo cual la chica, como parte del espectáculo, será solicitada por la cadena “enemiga” para que hable en ella, en exclusiva, sobre el asunto.

Ya tenemos a dos del clan, dentro del mundo de la telebasura y cobrando.

Se descansa un par de meses, eso se lo aconsejará el manager. Una vez descansado, usted, reaparecerá en alguna discoteca, mostrandose, ante las cámaras, muy acaramelado, con otra señorita que, por supuesto, no es su novia.

De nuevo le llaman y a explicar que no hay nada de nada que, usted, está una jartá de enamorado de su novia y tal. Más dinero a la buchaca.

Su novia, por supuesto, como parte integrante del clan, será llamada por la otra cadena y allí dará a entender, sin asegurar, que las cosas no están muy bien entre ustedes dos. Más dinero a la buchaca.

Esto les llevará a un cara a cara, ambos dos, en la cadena que más pague. Allí, públicamente,tienen que romper y, entonces entran en lisa todoslos familiares. Unos a favor de uno y otros a favor del otro. Más dinero a la buchaca.

Como son varios los familiares que van a intervenir, cada uno contando la milonga que le hayan preparado, aquello durará varias semanas.Y cuando vaya decayendo ¡oh milagro de los milagros, de nuevo, hacen las paces e incluso anuncian el día de su boda, previo pago dela exclusiva por el acontecimiento entre estos grandes “famosos”.

Si el dinero se va gastando, tranquilos. Separación al canto y vuelta a empezar.
 

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