El delegado de Gobierno -que se mostró ayer a favor de sacar
la inmigración del juego político verbal y cotidiano-
destacó ayer que Ceuta forma parte de una ruta pero que, en
ningún caso, es una “autopista” para los flujos de
inmigrantes asiáticos que, a lo largo del verano, no han
dejado de entrar a la Ciudad Autónoma de forma irregular.
Según informó Jenaro García-Arreciado, en los dos últimos
meses se han registrado cerca de 250 entradas de inmigrantes
de origen asiático (Bangladesh, India o Pakistán) que han
sido trasladados al Centro de Estancia Temporal para
Inmigrantes, instalaciones que rebasan su capacidad máxima
en un centenar de personas aproximadamente, aunque
desarrollan su actividad con normalidad según aseguró el
propio delegado hace unos días.
En verano el control marítimo se hace más dificultoso. La
presencia de embarcaciones de recreo en el entorno del
puerto se acrecienta y convierten la zona en un “hervidero
de barcos que salen y entran”, dijo García-Arreciado que
apuntó a las más de 1.600 identificaciones que se han
realizado en lo que va de año. “Es un movimiento continuo”,
indicó, “que hacen más difícil trabajar en verano”.
Novedoso
“El fenómeno es relativamente nuevo”, aseveró Jenaro
García-Arreciado que atendió a los medios de comunicación en
la sede de la Unidad de Promoción y Desarrollo. Desde hace
tres años se ha empezado a detectar la entrada continuada de
inmigrantes asiáticos que viajan desde sus países de origen
a Marruecos para entrar por vía marítima a Ceuta. Pequeñas
embarcaciones y motos acuáticas son sus medios de transporte
patroneados a su vez por ciudadanos marroquíes.
La situación ha sido trasladada al Ministerio de Interior y
otras esferas del Gobierno central por García-Arreciado
aunque, de momento, no hay movimiento desde la
administración general del Estado. El verano, continuó el
delegado, es la época del año que más entradas registra
aprovechando la acumulación de embarcaciones en la zona
portuaria que hace que alguna se escape al control de las
fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y de la policía de
Marruecos. Esta última, según denuncian los medios
nacionales, habría abandonado a decenas de inmigrantes
subsaharianos en el desierto; uno de ellos ha muerto a causa
del agotamiento y la sed.
“Trabajamos en la seguridad”, aseveró García-Arreciado, que
anunció que para ello la Guardia Civil ha adquirido “dos
nuevas lanchas” de vigilancia marítima que comandarán diez
tripulantes de la Benemérita. Arreciado ya explicó la
actitud con la que el Gobierno y su Delegación se enfrentan
a la entrada de inmigrantes en la Ciudad Autónoma: es
preferible que el ‘goteo’ se prolongue hasta que se dé
definitivamente con el origen y la ubicación de las mafias
que trafican con las personas indocumentadas, y acabar así
de raíz con el problema.
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Vivas reitera que la búsqueda de soluciones “es asunto de
todos”
Ante la posible creación de
comisiones y grupos de trabajo que reunirán, en el Congreso
de los Diputados, a las administraciones autonómicas y a las
estatales para tratar a fondo el fenómeno migratorio y,
sobre todo, las consecuencias numéricas por comunidad
autónoma, Juan Vivas, presidente de Ceuta, no tiene nada que
añadir.
El jefe del Ejecutivo ceutí, como en otras ocasiones, ha
reiterado que el control migratorio y “sus consecuencias
negativas” son un “asunto de todos, porque la de la Ciudad
Autónoma es una frontera en África de España y de Europa”,
luego la búsqueda de soluciones no es competencia exclusiva
de Ceuta.
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