A tenor de que continúa la polémica respecto de la
representación de imágenes y el Corán, Libro Sagrado de los
Musulmanes, como consecuencia de la obra escultórica del
artista local Gines Serrán Abbú Abdalaj Mohamed Ben Idrissi,
mas conocido como Al-Idrisi, que será expuesta en una
concurrida plaza de la ciudad, sin querer expresar más que
una personal opinión ante quienes estiman que el Corán
prohíbe la reproducción de seres animados, nos vamos a
permitir opinar que, según tenemos entendido, solamente el
Libro Sagrado establece unas “limitaciones respecto a las de
Dios y del Profeta Mahoma que, por ser únicos, no necesitan
ni se permite reproducción en carteles, pinturas o estatuas
de los mismos”.
Nosotros, al igual que cualquier otro seguidor de la
actualidad, hemos contemplado como desde tiempos de crisis,
principalmente políticas, entre pueblos árabes y otros de
occidente (Egipto, Libia, Irán, Jordania, Irak, etc. y, mas
reciente, la proclamación de independencia de Argelia,
Túnez, Marruecos, todos de religión mayoritariamente
musulmana) aquellos han expresado su adhesión a los
dirigentes de naciones o dinastías regias, como Nasser,
Gadafi, Bumedian, Burguiba, El Jomeini, ente otros, o los
Reyes de Marruecos Mohamed V, Hassán II o Mohamed VI, de
Jordania Hussein, de Arabia Saud, etc. con la exposición
pública de grandes imágenes representativas de tales líderes
aclamadas por infinidad de ciudadanos que así han venido
expresaban el apoyo y reconocimiento público a sus
dirigentes, políticos o religiosos, como es el caso de los
Reyes de Marruecos que hemos citado, descendientes directos
del Profeta Mahoma. Es más, en Marruecos, país vecino y que
principalmente los ceutíes visitamos con mucha frecuencia,
es digno de comentar que no existe un solo establecimiento,
sea hotel, restaurante, cafetín, comercio de cualquier
índole o centro oficial, que no disponga de un retrato del
Rey Mohamed VI, como antes de su fallecimiento disponían de
Hassan II o Mohamed V (dicho sea de paso, ya quisiéramos que
los 44 millones de españoles tuvieran el mismo fervor que
los marroquíes hacia sus regentes, no solo en la
representación de sus mas dignos mandatarios, sino en la
expresión del símbolo de la patria como es la enseña
nacional. Y si no, que se den una vuelta por el País Vasco,
Cataluña o Galicia, donde han desaparecido casi totalmente,
exceptuando los centros oficiales, los retratos de S.M. El
Rey y las banderas nacionales).
Por último, a este respecto de las imágenes y el Corán,
añadiremos, que hemos contemplado con satisfacción el
resultado de la entrevista del artista Gines Serran, creador
de la figura de Al Idrissi, en la que el mismo resaltó su
intención de “materializar una pieza figurativa de carácter
secular” explicando, además, que “el Islam no prohíbe la
figuración sino de los temas sagrados”, Dios y su Profeta,
por lo que representar la imagen de los mismos sí sería,
para los musulmanes, una falta de respeto, pero no la de
reyes, presidentes y personajes notables de esta cultura o
del mismo origen religioso. Seamos, pues, respetuosos con
las religiones y creencias de las personas pero no hasta el
extremo de querer limitar las representaciones pictóricas o
escultóricas cuando, como hemos dicho anteriormente, pueblos
eminentemente religiosos nos han dado pruebas de que,
expresar sentimientos de adhesión y aprecio a sus dirigentes
por medio de la exposición de grandes imágenes, no supone
que hayan dejado de ser fieles cumplidores de la religión
que profesan.
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