Ceuta y Melilla han tomado
contacto para afrontar el mes de septiembre, un mes que se
prevé intenso en una actualidad política que apenas dejó
cosas durante el mes de agosto. Con el Estatatuto de
Autonomía como bandera las dos ciudades autónomas pretenden
agilizar la recuperación de sus legítimas competencias y
reclamar, con una única voz las compensaciones que se
derivan de una presión migratoria que, una vez más, vuelve a
las primeras páginas nacionales.
Vivas desglosó sus intereses en tres ámbitos. Por un lado
incidió en la recuperación del urbanismo como apoyo al
desarrollo de un dinamismo inversor centrado en el suelo.
Vivas recordó la sentencia que ratifica las cosas como están
y solicitó “descentralización y agilidad”.
Respecto a la pérdida de fondos estructurales, el presidente
convino con su homólogo de Melilla en que el Estado deberá
compensar la merma de subvenciones, bien a través de los
presupuestos generales, bien mediante fórmulas más
ingeniosas que supongan inversiones o las fomenten. Como
argumento irrebatible, Vivas esgrimió la alta tasa de paro
que mantiene la Ciudad Autónoma.
Por último, Juan Jesús Vivas se refirió al asunto de los
menores y los servicios sociales. Como resulta evidente, una
ciudad con la superficie, población y recursos de Ceuta no
puede soportar sin las ayudas precisas una presión
migrotario tan elevada como la ceutí. Siendo la primera
ciudad europea en África y la única puerta terrestre del
continente, y teniendo además en cuenta su precaria
situación socioeconómica, Ceuta debe reclamar con firmeza
los fondos que le permitan sobrellevar esta situación sin
que su excesivo esfuerzo afecte a la pérdida de otras
necesarias inversiones. Así, con este preciso resumen y
declaración de intenciones, afronta el Gobierno de la Ciudad
Autónoma un decisivo mes de septiembre.
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