Ceuta no está viviendo una oleada masiva de inmigrantes. El
delegado del Gobierno, Jenaro García Arreciado, destacó ayer
que las cifras de entradas de personas indocumentadas no son
propias de una situación de avalancha en la frontera de
Ceuta. Lo que sí es novedoso es que el Tarajal ya no es la
vía prioritaria: las mafias de la inmigración introducen a
las personas por mar, bien a bordo de embarcaciones tipo
patera, bien a bordo de motos acuáticas o, en último caso, a
nado. La frontera terrestre de Ceuta con Marruecos está más
“impermeabilizada”, o por lo menos, mucho más desde que
Marruecos colabora en el perímetro y alrededores.
No hay alarma
“No es una oleada y no es una situación que justifique la
comparecencia de un ministro del Reino de España”, aseveró
García Arreciado contestando a Angel Acebes, secretario
general del PP nacional, que ha pedido la presencia de Jesús
Caldera en el Congreso porque, a su juicio, la ciudad se ha
convertido en un “colador”. Los 120 inmigrantes
indocumentados que ha recibido Ceuta “en un mes y pico” no
son razón suficiente para crear alarma social, expuso ayer
Arreciado, que indicó que la actuación de los Cuerpos de
Seguridad del Estado se centra en “lo fundamental”:
determinar “cómo se entra y qué estructuras son las que
están facilitando la explotación de esa vía de entrada”.
Esta actitud “prudente e inteligente” tiene una
contraprestación: hasta que no se concrete el origen de las
mafias que operan entre Ceuta y Marruecos por vía marítima
habrá nuevas entradas de inmigrantes, aunque no debe existir
preocupación si se trata de cifras como las actuales.
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El CETI rebasa su “capacidad óptima”
El Centro de Estancia Temporal de
Inmigrantes de Ceuta “está por encima de su óptima
capacidad”. El delegado del Gobierno, Jenaro García
Arreciado, indicó que , sin concretar el número de
residentes, estos rebasan las 512 personas. Arreciado
aproximó la cifra a las 575 individuos.
A pesar de que la capacidad puede estar un 15 por ciento por
encima de sus posibilidades reales, el delegado aseguró que
el funcionamiento del CETI es normal: “esa sobrecapacidad no
obstaculiza el funcionamiento racional de las
instalaciones”, aseveró.
Modificaciones espaciales
Para paliar la falta de espacio se han habilitado parte de
las zonas comunes del CETI para convertirlas en
habitaciones, como ya ocurriera tras las llegadas masivas a
la frontera a finales de septiembre. Con este pequeño cambio
se ha conseguido realojar a los más de 120 inmigrantes
indocumentados que han llegado a Ceuta en el último mes de
julio y a los que lo han hecho en agosto.
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