El Gobierno volverá a aplicar a partir de septiembre las
medidas especiales de vigilancia y prevención de la gripe
aviar ante el proceso migratorio de las aves que dejan los
humedales de Europa y regresan a África realizando así la
ruta inversa a la que tuvo lugar antes del verano. Fue
entonces, como consecuencia de la aparición en los países de
nuestro entorno de decenas de casos de aves muertas por el
virus H5N1, cuando entraron en vigor las primeras
restricciones. Obligaban básicamente a mantener a cubierto y
protegidos los comederos y bebederos de cualquier tipo de
explotación aviaria, al mismo tiempo que se establecían
perímetros de seguridad y controles veterinarios más
exhaustivos en algunas zonas.
El pasado 27 de julio, el Ministerio de Agricultura, Pesca y
Alimentación emitió una orden en la que se establecían las
disposiciones sobre la materia a raíz de la aparición de un
caso en el humedal de Salburua en Álava. La vigilancia será
especial en los humedales, por tratarse de los lugares
elegidos por las aves para alimentarse, en las zonas con una
densidad elevada de explotaciones aviarias y en todos
aquellos espacios que sirvan de reunión a estos animales en
sus procesos migratorios.
En estos supuestos, se establece un perímetro de vigilancia
de tres kilómetros alrededor de la zona, se recopilarán
datos sobre el comportamiento de los animales para detectar
alguna anomalía y se incrementarán los controles
veterinarios de las granjas de aves.
Todas las comunidades autónomas han mostrado su intención de
incentivar y reforzar las medidas de vigilancia, aunque las
incluidas en la zona que el comité considera de mayor riesgo
por la cercanía a los Pirineos son Navarra, País Vasco,
Aragón, Cataluña, Galicia, Cantabria, Asturias y las
provincias del norte de Castilla y León.
El Comité de Alerta Veterinaria decidió por unanimidad
restablecer el confinamiento de las aves y las medidas de
bioseguridad en torno a los humedales de riesgo a partir del
próximo 1 de septiembre, que será cuando se inicien los
grandes movimientos migratorios norte-sur a través de la
Península Ibérica.
El H5N1 ha matado a 139 personas en todo el mundo desde
2003. La última es una niña de nueve años que murió el
miércoles en Indonesia.
Los expertos temen que el virus mute y se contagie entre
personas, pudiendo causar potencialmente una pandemia
mundial. Una pandemia entre humanos le costaría a la
economía mundial aproximadamente 3,1% del producto bruto.
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