Ceuta conoce la excelente labor que lleva a cabo la
Asociación Española Contra en el Cáncer. De hecho, su
presidente, José Solera, ha sido galardoneado con una de las
Medallas de la Autonomía. Sin embargo, el colectivo necesita
ayuda porque el número de voluntarios ha disminuido en los
últimos años. Normalmente, el perfil de estas personas está
relacionado con jóvenes con vocación sanitaria y que en su
familia han pasado por la experiencia de tener algún miembro
enfermo.
El colectivo, que cuenta actualmente con un total de 85
socios, califica de “escaso” el número de colaboradores. La
Ciudad Autónoma a través de la Casa de la Juventud pone en
marcha numerosos cursos de voluntariado, de atención
sanitaria o incluso se cuenta con una Escuela de Enfermería
con solera. Sin embargo, el número de voluntarios en la
Asociación Contra el Cáncer ha disminuido.
Esta organización presta numerosos servicios a sus
asociados, cuentan con la colaboración de varios
facultativos del área de oncología del hospital militar.
Además, poseen una unidad móvil con la que realizan
prestaciones a domicilio. “Somos una ayuda indispensable
para los enfermos que necesitan trasladarse diariamente a
centros de la península para las sesiones de radioterapia,
que se practican en el hospital Punta Europa de Algeciras o
en Málaga”, indicó uno de sus responsables.
Los casos más graves reciben tratamiento en un centro
especializado en Pamplona. La asociación se encarga de
tramitar todo el proceso y de costear los desplazamientos.
La calidad de vida de los enfermos depende mucho de los
casos, según el experto consultado aunque en Ceuta, la
situación de extrapeninsularidad se nota en los traslados
continuos a Algeciras cuando los pacientes deben recibir la
radioterapia una hora todos los días.
Los ceutíes padecen principalmente tumores de pulmón y mama,
señaló el portavoz de la Asociación Contra el Cáncer puesto
que en Ceuta existe un elevado índice de fumadores, lo cual
es muy perjudicial. Los miembros del colectivo hacen un
llamamiento a los jóvenes inquietos y con actitudes para la
atención de personas enfermas para que colaboren con una
asociación que presta servicios no sólo médicos, sino
psicológicos y de bienestar. Las familias con personas
afectadas por un tumor piden consejo e información cuando la
enfermedad llega, puesto que como explicó el portavoz,
“nunca se está preparado para encajar una noticia así”.
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