La última actuación en materia de limpieza y sellado de los
barracones del Sardinero ha seguido un plan de elaborado por
la Viceconsejería de Dotación y Servicios, área que encabeza
Gregorio García-Castañeda, que consta de cinco fases.
A finales del mes de julio, en colaboración con el Parque
Móvil y el Cuerpo de Bomberos se procedía a la tala y
recorte de los árboles que cercan la finca abandonada. Las
ramas llegaban hasta las ventanas de los residenciales
colindantes, cuyos residentes se quejaban de la presencia de
mosquitos e insectos de forma constante en sus viviendas. En
segundo lugar, operarios municipales se encargaron de la
limpieza exterior de los terrenos y, una vez finalizado este
apartado, se dedicaron a la limpieza interna de los
barracones donde intervino la Consejería de Sanidad para
desinfectar, desratizar y desinsectar las instalaciones.
Estos tres primeros pasos se desarrollaron en dos semanas
aproximadamente.
Los dos pasos siguientes corresponden al sellado, con
bloques de hormigón, de los accesos a las naves así como el
sellado perimetral, según informa Gregorio García Castañeda,
ya que hubo que derribar un muro para que pudiera entrar la
maquinaria adecuada en la zona.
Hasta el momento, los trabajadores de la Viceconsejería no
han detectado, “hasta el momento”, ninguna apertura o rotura
del sellado de las entradas. Visitan de forma periódica el
solar, a un ritmo de dos veces por semana, por lo que mañana
García Castañeda, acompañado de otros técnicos, volverán a
recorrer la zona para comprobar el estado en el que se
encuentran los barracones abandonados cuyo derribo, según
indicó la Viceconsejería de Urbanismo recientemente, está
próximo en el tiempo. Falta lo importante: ponerse de
acuerdo sobre el modo de echarlo abajo, un acuerdo al que
tendrán que llegar los propietarios de las naves y el
terreno y la propia Ciudad Autónoma de Ceuta que ha
manifestado, en reiteradas ocasiones, que su intención
principal es derribarlo.
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