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‘Atrapado por su pasado’ es una
película en la que su protagonista, el genial e impertérrito
por Bill Murray, despierta constantemente en el mismo día
del año, concretamente el Día de la Marmota, en un pueblo
nevado perdido en el corazón de los Estados Unidos. Cada
mañana abre los ojos, en su habitación de hotel, con el
mismo programa de radio que le invita calurosamente a
celebrar con los habitantes del pueblo su fiesta grande, un
acto tan importante que sirve para conocer el tiempo del
resto del año. Pues como Bill Murray debe sentirse Miguel
Fábrega, director general del Área de Menores de la Ciudad
Autónoma, que no hace más que pedir al Estado, desde que se
levanta de la cama, que convoque una reunión en la que se
trate en profundidad la problemática de los menores
extranjeros no acompañados. De momento, Ceuta se encuentra
al noventa por ciento en cuanto a ocupación de los centros
de menores que dependen de la Ciudad Autónoma. Además, hay
que determinar los trámites que se han de seguir para
tutelar a los menores o devolverlos a sus lugares de origen
-al norte de Marruecos, principalmente, en el caso de
nuestra ciudad-. Desde finales del pasado año 2005, Menores
sigue sin noticias de Rumí que prometió que trataría el
asunto con prioridad absoluta. Los jóvenes no dejarán de
llegar. escondidos donde puedan, aunque de sobra son
conocidos ya los bajos fondos que mueven la inmigración
ilegal. Y lo suyo sería tener claro qué alternativas
ofrecerles desde las administraciones locales. Tanto Melilla
como Canarias se han sumado -al igual que Fábrega- a la
petición a la Secretaría de Estado de Inmigración realizada
desde la oficina del Defensor del Menor de Madrid. Esperemos
que Ceuta no tenga que esperar tanto como Murray, que se
tiró no sé cuántos días viendo pasar al mismo vecino por la
misma calle y a la misma hora. Y sólo consiguió salir de la
pesadilla cuando fue sincero. Fábrega lo puede decir más
alto pero no más claro.
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OPINIÓN / EDITORIAL
