El verano, cuando los políticos
hacen el descanso del guerrero, retirándose a sus cuarteles
de invierno, ha dado mucho juego gracias a Marbella.
Cómo será, lo de Marbella, que ha eclipsado la puesta en
escena que, cada año, hace Anita Obregón, la bióloga,
guionista, artista y no sé cuántas cosas más. Lo que sí sé,
con toda seguridad que, a pesar de todos esos posados con
bikini incluido, no cumple más los cincuenta.
Anita que amenaza, al sufrido telespectador, con aparecer de
nuevo en la pequeña pantalla con una serie, había trasladado
su persona incluido el bikini, este año, a Ibiza. Pero allí,
para desesperación de esta”genial” actriz no le han hecho
mucho caso en su tradicional posado.Y es que los posados, a
cierta edad dejan de interesar al personal, y más con la
cantidad de julais de buen ver, con la edad a flor de piel y
diciendo aquí está la nena, para lo que guste contemplar.
Uno, ante la amenaza que se cierne sobre el sufrido
telespectador, con la vuelta a la pequeña pantalla de Anita,
se pregunta, si no tendremos bastante mortificación con
escuchar ciertos telediarios que, además,.se nos amenaza con
tenernos que “tragar” la actuación de esta ”estrella”.
Pues nada, al parecer, no habrá más remedio que tener que
soportar, los que la soporten, por supuesto, a esta actriz?,
mientras actrices de verdad,andan como locas buscando un
papel en cualquier obra de teatro o una aparición en alguna
película.Y eso que, algunas películas españolas son malas
con avaricia, teniendo que soportar a actores y actrices, de
la nueva generación, que no saben ni hablar e interpretando,
es un decir lo de interpretar, los mismos guiones, droga y
sexo, sin venir a cuento en muchas secuencias de las
películas.
Y después se nos enfadan, todos aquellos que se pusieron el
letrerito de ”No a la guerra”, porque el personal no va, ni
de coña, a ver una de esas ”maravillosas” películas y
”geniales” interpretaciones de sus protagonistas. Los
señores de la Academia deberían dedicar más sus esfuerzos a
hacer buenas películas, y dejar la política para los
políticos. En el supuesto caso de que existan políticos.
Cómo serán de malos los guiones y las interpretaciones de
esas películas, que hacen de Torrente batir record de
asistencia.
Uno piensa, perdón por pensar que eso es cosa de las grandes
“lumbreras” de esta tierra nuestra, que Anita Obregón, esa
sensacional actriz debería, un siglo de estos, protagonizar
una película.Seguro que se lleva Oscar y, una vez conseguido
semejante galardón, imitar a Greta Garbo retirándose a un
castillo o dondele dé la real gana, lo que agradecerían, en
todo lo que este detalle de la retirada, los sufridos
telespectadores. No caerá esa breva.
Mientras todo esto sucede, lo de la amenaza de la vuelta de
Anita a la tele y las malas películas españolas, el personal
sigue con toda atención los sucesos de Marbella.
Perdón, igual estoy contándoles algo de lo que no tienen ni
idea, porque no lo ha comentado ninguna cadena televisiva ni
lo ha publicado ningún periódico.
Así que como este asuntos somos pocos los que lo conocemos,
se los voy a a contar a ustedes, rogándoles encarecidamente
no hagan mucho comentario del mismo, para que no se corra la
voz y termine enterándose todo quisqui.
Ni les cuento la movida de Marbella.Se ha liado una de aquí
te quiero ver. Sin comentarios, por favor. Que todo lo que
les voy a contar no salga del círculo de nuestras amistades.
Resulta que en Marbella, por asuntos de eso, al parecer, de
coger lo que no es de uno, han metido en el ”bote” de
Alahurín, a una jartá de personajes que vivían como dioses.
Entre ellos un hortera, porque horterada es, tener un Miró
en un cuarto de baño. Dicen que es el jefe del asunto
Pero de quien más se habla, por favor esto no lo divulguen
mucho, es del Cachuli el novio de la Pantoja. Ni te cuento
cómo están poniendo al pobre camarero porque, Cachuli, era
camarero, hasta que se lo trajo Gil, a Marbella, y le puso
el asunto en ”bandeja”. Nadie mejor para manejar una
“bandeja” que un camarero.
Pero el camarero se equivocó y se puso frente a quien le
había puesto el asunto en ”bandeja” haciéndolo alcalde de
Marbella.Y, naturalmente, pasó lo que tenía que pasar,
moción de censura al canto y el camarero dejó de ser
alcalde.
Todo hubiése pasado sin mayor importancia si, el Cachuli, no
hubiése pregonado su amor por la Pantoja, a los cuatro
vientos del Rocío. Pero no sólo lo pregonó, sino que se
enfrentó a los medios de comunicación con amenazas
incluidas.
Y, por todas esas amenazas, algunos medios no se lo han
perdonado y le zurran la banda cada día.
Dicen que está de camarero en Alahurín, sirviéndole a los
funcionarios.Tiene que ser una jartá de duro pasar de
alcalde, a ser, de nuevo, camarero. Les aviso, que todo lo
que les estoy contando es secreto.
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