Quizá empiece a no resultar rentable adquirir una
motocicleta o un ciclomotor entorno a unos 125 centímetros
cúbicos, tipo ‘scooter’, por ser éstos uno de los modelos
preferidos por los cacos a la hora de su robo en Ceuta.
Son más de cincuenta vehículos de esta tipología los que han
sido sustraídos en el plazo de los últimos seis meses, según
datos a los que ha tenido acceso El Pueblo de Ceuta y que
empieza a ser un problema en el sector de la venta de
motocicletas.
Así se roban
Los ciclomotores son robados en la misma calle, no importa
la hora. Los estándares de este tipo de sustracciones no
fijan una horquilla determinada en el reloj aunque sí el
procedimiento. Suelen ser jóvenes los protagonistas, que han
logrado una especialización tal que consiguen pasar
desapercibido entre los viandantes al simular, por ejemplo,
una avería de la ‘moto’ que va a ser robada; motivo por lo
cual quien dice ser el propietario -cuando en realidad es
parte de la banda- airea con su compinche la necesidad de
introducirla en el furgón. Visto y no visto; cuando regresa
el verdadero dueño del vehículo, sólo es capaz de mostrar la
perplejidad de su rostro desconcertado.
Desmontaje y posterior traslado a Marruecos
Este tipo de vehículos urbanos, versátiles y de poco peso
son un ejemplo de minimalismo en su construcción con
carcasas y piezas de plástico de fácil montaje con la ayuda
de pocas herramientas.
Del mismo modo, el desmontaje es igualmente sencillo. El
vehículo sustraído es llevado hasta un almacén o un taller,
o un garaje (situación que se investiga en la actualidad) y
desmontado pieza a pieza. La hipótesis sobre el traslado se
centra en que mediante los porteadores del Biutz con
inmensos bultos a cuestas, se llevan las piezas hasta
Marruecos donde vuelve a montarse el vehículo para su
posterior venta (entre 600 y 1.000 euros), la matrícula es
lo de menos.
La falta de control de vehículos en Marruecos es la causa de
que numerosas matrículas de Ceuta (robadas) se encuentren en
automóviles y ciclomotores que circulan por el país vecino
cuyos números de bastidor, por supuesto, no coinciden con
los datos de la placa. No obstante, la Policía española no
descarta ninguna hipótesis en cuanto a la investigación de
estos hechos. Entre tanto, los propietarios de este tipo de
vehículos deben estar vigilantes dado que esta modalidad de
robo ha crecido en los últimos meses.
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