Los últimos días los trabajadores de la Unidad de Promoción
y Desarrollo (UPD) de la Delegación del Gobierno en Ceuta
hemos sido protagonistas, no deseados, de las portadas de
los medios de comunicación locales. El motivo principal de
esta situación ha sido la insostenible situación de
inseguridad que hemos sufrido por las continuas agresiones
verbales y físicas, así como por las amenazas de algunos
individuos que no respetan las normas básicas de convivencia
y respeto. Se trata, en todo caso, de situaciones puntuales
y no la norma general, ya que en honor a la verdad la
mayoría de las personas que pasan por nuestra oficina lo
hacen con la más absoluta educación y buenas formas. Para el
colectivo de trabajadores de la UPD es un motivo de
satisfacción personal ayudar a estas personas que en muchos
casos pasan por situaciones socioeconómicos difíciles. Esto
nos anima a dedicar lo mejor de nosotros y todo el tiempo
necesario para agilizar en lo posible los trámites
necesarios para que el Plan de Empleo de la Delegación del
Gobierno se ponga en marcha con la mayor brevedad.
El hecho de que decidiéramos de manera consensuada no
atender al público el pasado lunes fue una medida de fuerza
que entendimos necesaria para llamar la atención de nuestros
responsables jerárquicos sobre los problemas de inseguridad
que veníamos arrastrando desde anteriores ediciones de la
UPD, que fueron comunicados a nuestras superiores con los
cauces oportunos sin que fueran atendidas. Muchos de
nosotros temíamos por nuestra integridad física y la de
nuestros compañeros por lo que adoptamos una postura que
algunos pueden considerar irresponsable, incluso cobarde,
pero en cualquier caso totalmente comprensible y humana.
Pensamos que el solicitar una vigilancia policial o privada
en nuestras dependencias era una solicitud lógica y
razonable.
La decisión de no atender al público fue trasladada al
Delegado del Gobierno Accidental de la Delegación del
Gobierno que se personó en nuestras oficinas para
informarnos de las medidas que la Delegación del Gobierno
había adoptado para atender nuestras reclamaciones de
medidas de seguridad. La conversación que mantuvimos con
nuestro máximo responsable jerárquico discurrió en todo
momento desde el más escrupuloso respeto y cortesía, sin que
mediaran, en ningún momento, amenazas por parte del Sr.
Padillo. Cada uno expresó su punto de vista desde el papel
que le tocaba jugar en una situación que no resultaba
agradable para ninguna de las partes implicadas. Desde la
Delegación del Gobierno, y en boca de su representante, se
nos pidió que abriéramos la puerta al público que aguarda a
ser atendido en nuestra oficina, pero volvemos a insistir
sin que por medio se comunicase amenaza alguna.
En cuanto a la actitud de la directora de la UPD, que ha
sido cuestionada por el sindicato UGT,-a quien agradecemos
su apoyo en la difícil situación planteada-, basándose en
ciertas declaraciones aparecida en la prensa, tenemos que
comunicar que todos los que suscribimos este escrito siempre
hemos confiado en la palabra, la lealtad, la integridad
personal y la defensa de nuestros intereses como
trabajadores de la Sra. Milagros García Mateos, ahora como
directora y en otro tiempo como compañera de alguno de los
que hemos tenido la oportunidad de trabajar con ella en
anteriores ediciones de la UPD. Superada esta situación por
nadie deseada y habiendo conseguido el objetivo deseado de
tener garantizada la seguridad en nuestras oficinas, pedimos
públicas disculpas a todos aquellos usuarios que se pudieron
ver afectados por la puntual falta de atención al público
del pasado lunes, así como reiteramos nuestra plena
predisposición para dar lo mejor de todos nosotros en el
cumplimiento de las tareas que nos ha sido confiada por la
Delegación del Gobierno en Ceuta, siempre en beneficio de la
sociedad ceutí y especialmente de aquellas personas que
esperan con ansiedad la oportunidad de alcanzar un puesto de
trabajo.
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