Príncipe Felipe disfrutó ayer de uno de los días más
esperados durante todo el año, las fiestas del barrio. Niños
y no tan niños se echaron a las calles para pasarlo en
grande. Hubo diversión para todos, sin ningún tipo de
excepción. Los pequeños comenzaron con los juegos bien
temprano y los sacos dieron buena cuenta de ello con el
inicio de las carreras. No fue esa la única actividad de un
día cargado de diversión para los más pequeños, mientras que
los adultos se encargaron de que no faltara de nada, ni para
sus vecinos, ni para cualquiera que pasara por allí con la
intención de pasar un rato agradable.
Mohamed Lahsem, presidente de Príncipe Felipe, estaba
exhultante por la celebración y lo demostraba descargando
hospitalidad a todo el que pasaba por la barriada, tanto él
como cualquiera de los vecinos se volcaron con sus
conciudadanos. Quiso dejar constancia de lo agradecido que
se encontraba a las distintas autoridades que habían
colaborado en la fiesta: la FPAV, con su presidente José
Ramos a la cabeza y que no faltó a la cita en Príncipe
Felipe; Protección Civil y Policía Local que aunque en un
día como estos todo debe salir bien, y así fue, estuvieron
presentes en la barriada para presenciar el desarrollo de la
fiesta; Ciudad Autónoma, Viceconsejería de Festejos y su
encargado, Juan Carlos García Bernardo, que colaboró con la
instalación de una carpa para que todos los vecinos pudieran
disfrutar bajo la agradable sombra, de una gran paella que
hizo las delicias de los asistentes.
Así fue como transcurrió un día de verano en el que hasta el
astro rey concedió un respiro para que todos los vecinos del
Príncipe disfrutaran de su momento. La fiesta se alargó
desde por la mañana hasta última hora de la tarde, cuando
todos estaban ‘hartos’, y esta vez se volvieron a quejar,
pero para que la fiesta no se acabara nunca.
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