Tras dos días en activo, el Cuerpo de doce bomberos
voluntarios procedentes de la Ciudad Autónoma finalizan su
colaboración en tierras gallegas y vuelven a casa. Los
incendios incontrolados que quedaban en Avion, provincia de
Ourense, empezaron, ayer, a remitir y la labor del equipo
ceutí se centró en refrescar varios fuegos en activo que
persistían en la zona de Couso. Así, en su último día de
trabajo, que arrancó a las 11,30 horas y concluyó sobre las
16 horas, el destacamento ayudó al agente forestal a
escaldar el monte, levantar y rellenar tierra, refrescar el
borde de un foco y abrir un canal para impedir el paso de
las llamas.
El grupo abarcó cerca de 150 metros de una superficie
incendiada de 9 hectáreas. Después, se dedicaron a ayudar en
otras zonas por los alrededores y tras agotar el agua de la
cuba por segunda vez, contactaron con el Centro de
Coordinación orensano para poner punto y final a sus
servicios. “La situación queda ya bajo control; nuestro
trabajo ha concluido”, manifestó, ayer, el Sargento Miguel
Ángel Ríos.
A su regreso al Parque de Bomberos, el destacamento fue de
nuevo recibido por el alcalde de la ciudad, Manuel Cabezas,
que dedicó veinte minutos para agradecerles su presencia en
tierras norteñas. “Está viviendo días de mucho trajín, fue
todo muy acelerado, pero se acercó a despedirnos”, incidió
Ríos.
Sin embargo, no fue el único. Un detalle que les llamó la
atención fue el trato de los vecinos de los pueblos por los
que pasaron durante los tres días. “Si parabas en un
semáforo, te retenían para saludarte. Sin ir más lejos, ayer
durante un breve paseo por Ourense, al vernos la ropa de
bomberos, se deshacían en palabras de agradecimiento”.
Tras cumplir su labor, el regreso a Ceuta se lo han
planteado tranquilo. “Es hora de descansar”. Los 941
kilómetros de distancia que separan Ourense de Algeciras han
contado con una parada en el camino: Salamanca. Después de
dormir en la ciudad castellana, hoy a las 8 de la mañana, el
destacamento de doce voluntarios y dos técnicos del Parque
Móvil toman rumbo a la Ciudad.
La idea es viajar en el buque de las 20 horas para arribar
en el Puerto una hora después. La experiencia personal y
profesional para el contingente ceutí forma, desde ayer
noche, parte de su memoria reciente. Mientras cruzan la
península, los focos activos de Ourense van desapareciendo.
Las zonas montañosas de A Coruña y Pontevedra son, por el
momento, el último bastión donde el fuego no parece querer
remitir.
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