Josep Piqué valoró el reciente viaje a Marruecos del actual
ministro de Exteriores y la vicepresidenta del Gobierno, que
abordaron el control de la inmigración ilegal con el primer
ministro, Dris Jettu.
Según él, Marruecos “sólo ha dado buenas palabras”, porque
“lo único que han conseguido es una vaga promesa de lo que
van a estudiar”, en alusión al compromiso de Jettu de
estudiar dos borradores de convenios para readmitir a
inmigrantes de terceros países, así como para los menores
inmigrantes.
Para Piqué, es “muy poca cosa para que vaya la
vicepresidenta y el ministro de Exteriores y le han dado
tanto énfasis”. Aprovecho para constatar que hay cuestiones
en que ambos países “jamás se pondrán de acuerdo; por
ejemplo, Ceuta y Melilla. Por tanto, hay que ser muy
conscientes de esta situación”, dijo.
En estos momentos, pese a que desde Marruecos llegan hasta
Ceuta y Melilla inmigrantes no marroquíes (hindúes,
paquistaníes...), el vecino país no reconoce que éstos hayan
entrado por su país y por tanto no los vuelve a admitir una
vez han logrado cruzar la frontera, lo que es una
incongruencia dado que las mafias operan perfectamente
organizadas desde el reino alauí, en tanto una de las rutas
más utilizadas por éstas para hacer llegar sus portes
humanos es, precisamente, Marruecos.
Menores
Por otro lado, del mismo modo, Marruecos no reconoce a sus
propios menores que escapan del país para intentar
establecerse en las ciudades de Ceuta y Melilla. Son los
menores no acompañados, también llamados transfronterizos,
que llenan los centros de acogida en las dos ciudades y que,
aprovechando la Ley del Menor en España encuentran cubiertas
las necesidades que ni mínimamente cubren en su propio país.
Pero lo que es aún peor, también reconocido por los
políticos, Marruecos mira hacia otro lado en este
asunto,”dado que de este modo España le soluciona un
problema de índole social”, encontrando en el Gobierno
español la debilidad del “sí a casi todo”.
Progre de los 70
El ex ministro de Asuntos Exteriores Josep Piqué advirtió
finalmente al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez
Zapatero, de que la política exterior es “muchísimo más
complicada que las cuatro ideas propias de un 'progre' de
los años 70”, criticó.
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