Los hermanos Pedrajas han modelado una escultura de Antonio
Sánchez Prados a tamaño natural que irá integrada en el
espacio urbano, a pie de calle, frente a la puerta de la
Asamblea de Ceuta, “en un lugar lleno de protagonismo tal
como se merece una de las figuras más trascendentes de la
historia local”. La presentación de la obra figurativa
permitirá a la ciudadanía interactuar con una pieza que se
inaugurará, a falta de concretar, entre el 1 y el 2 de
septiembre. “Será un elemento más en la vida de la ciudad
que jugará con los espectadores a base de sensaciones”,
explican Alejandro y Javier Pedrajas.
Las características más destacados del célebre alcalde serán
sus ojos y sus manos. Y es que su labor como médico
trascendió a su vertiente política. “Era una persona de tal
importancia que llegó al corazón de muchas personas; más
allá de Algeciras”, apunta Javier. Y ejemplifica:“un día,
mientras trabajaba en la figura, una mujer malagueña se
quedó mirando a sus ojos y me dijo: debió ser una buena
persona”. Lo importante, a juicio de Alejandro, es que la
escultura transmita “un estado de ánimo”. La tendencia
integradora, que potenciaron, a principios de siglos, Rodin
y Moore, hace una teoría sobre cómo debe ir un monumento.
“Es un espíritu crítico hacia el arte forzado que se puede
observar en el empeño de colocar esculturas en las rotondas
que, en definitiva, se han creado para dirigir el tráfico”,
explica Javier. De vuelta con la pieza de Antonio Sánchez
Prados, Alejandro resalta que era una persona muy afamada.
“No hay más que ver el cementerio lleno de flores”. A lo que
añade Alejandro; “va a ser un boom social porque la gente se
sigue emocionando al recordarlo”.
En su opinión, la accesibilidad facilita la comunicación
entre el artista y el paseante porque, además, la escultura
ofrece una tercera dimensión que no tienen ni la pintura ni
el dibujo: el tacto. “Más internacional que las culturas”.
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