Cada vez llegan más. El ‘chip’ de las autoridades marroquíes
para la lucha contra la inmigración ilegal debe haberse
centrado en las características fisonómicas subsahariana. Es
una constante la afluencia de asiáticos (paquistaníes,
iraníes...) a las proximidades de Ceuta que utilizan la vía
de Marruecos para acceder a Europa. Se calcula en más de un
centenar los inmigrantes de rasgos asiáticos que pululan en
la actualidad por la zona de Castillejos, desde donde las
mafias -conectadas con ceutíes- intentan cursar con éxito
los portes humanos mediante la técnica de la moto de agua.
Sin embargo, los últimos acontecimientos han podido hacer
reaccionar a las autoridades del vecino país.
En la misma cara del Rey
No les frena, a las mafias, la presencia de militares, ni de
la gendarmería real marroquí que, en un mayor número, en
estos momentos controlan la seguridad de la realeza alauí.
Mohamed VI se encuentra veraneando en la zona de Kabila,
como siempre hizo desde joven, muy cerca de su tía, la
princesa Lala.
Precisamente ayer, la Guardia Civil abortó un nuevo pase de
asiáticos desde Marruecos a España. Una moto de agua, a gran
velocidad, penetró en aguas territoriales españolas para
dejar a dos asíaticos a escasos metros de la playa del
Tarajal, en tanto el piloto se daba la media vuelta para
adentrarse en aguas marroquíes.
Detenciones
Agentes de la Guardia Civil lograron no sólo interceptar a
los dos inmigrantes de nacionalidad hindú, sino que pudieron
detener a un guía ceutí que le aguardaba en la playa. R.A.M.
de 30 años y residente en la barriada de El Príncipe.
El suceso ocurrió a las seis menos cuarto del miércoles y
está relacionado con lo sucedido en la playa de ‘Las Tres
Piedras’ en Marruecos. La moto, según testigos presenciales
caminaba rumbo a Ceuta con tres ‘viajeros’, aunque se sólo
se sabe de la llegada de dos de ellos a orilla ceutí.
La reacción de la policía marroquí no se ha hecho esperar.
Gran redada
La presencia de la realeza ha logrado una rápida reacción de
las autoridades marroquíes.
Ayer mismo se producía una gran redada a la caza de
inmigrantes y a la búsqueda de elementos mafiosos dedicados
al tráfico de inmigrantes, una de las preocupaciones de
Marruecos ante las constantes peticiones de la UE.
El operativo se desarrolló en la zona próxima a Castillejos
donde existe una amplísima bolsa de asiáticos en espera de
que las mafias logren trasladarlos a aguas españolas,
objetivo tanto de paquistaníes como de hindúes en estos
momentos en los que las miradas parecen centrarse, para la
opinión pública, en el desastre humano que se viene
produciendo en aguas atlánticas con la presencia diaria de
cayucos con subsaharianos.
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Muere ahogado un asiático en la playa de ‘Las Tres Piedras’
Militares marroquíes habían
detectado la presencia de dos motos de agua cargando a
cuatro asiáticos (tres por cada nave) en la misma playa de
‘Las Tres Piedras’, próxima a Ceuta. La muy concurrida playa
era el lugar perfecto, a las cinco y media de la tarde del
miércoles, para intentar la salida sin llamar en exceso la
atención. Sin embargo, los militares se percataron de la
acción e intentaron abortar el pase. Una de las motos perdió
el equilibrio cayendo en principio dos de los tres asíaticos,
uno de ellos pereció ahogado y los otros lograron alcanzar
la orilla con ayuda de los veraneantes (muchos de ellos
ceutíes). El tercer ‘viajero’ fue expulsado a patadas por el
piloto a unos 30 metros de la playa y también fue ayudado
por los bañistas. Los tres asiáticos (2 paquistaníes y un
hindú) no alcanzaron su objetivo. Un paquistaní falleció
ahogado ante la mirada impotente de militares y de bañistas.
La otra nave logró huir, y todo apunta a que pudo llegar a
costa ceutí y aunque el piloto se zafó de la Guardia Civil,
sí pudo dejar cerca de la playa ceutí a dos hindúes que ya
engrosan el amplísimo número de ellos que han logrado entrar
en Ceuta en las últimas semanas.
De Ceuta
La policía baraja la hipótesis de que muchos de los pilotos
de las motos acuáticas son vecinos de Ceuta. Las
investigaciones concluirán con próximas detenciones.
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