Mis cosas
 

ADE
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En el Paseo de la Marina, lo tengo que decir, porque es justo reconocerlo, huele a mierda pura, con una peste a orín que te tira de espaldas. Una lastima, que ese pedazo de paseo se encuentre en esas condiciones, porque son muchas las criaturas que, cada tarde, dan sus paseos por aquel lugar, sentándose en sus bancos a tomar el fresco.

Sus fuentes han sido utilizadas, por algunos de los componentes del “piojillo”, como lavavajillas, aseos personales e incluso como lavadoras ocasionales.

A esa utilización, por parte de algunas de estas “personas”, hay que añadirle esos water que se han puesto a lo largo del paseo y que, en los lugares donde estuvieron ubicados, han dejado un aroma a mierda pura que te tiran de espaldas.

Sentarse, en uno de sus bancos, es exponerse a estar rodeados de moscas que no te dejan vivir. Ese lugar puede suponer incluso un foco de infección.

Oiga, amigo guardia, esto quiero que quede claro, no es porque los servicios de limpieza no realicen su labor, cada día, que la ejecutan diariamente, que los ha visto servidor, con estos peazo de ojos que no se puen aguantá.

Teniendo en cuenta esto, quiero decir y digo, en el supuesto que pueda decir algo, que al agua, para dejar aquello como Dios manda, hay que echarle sotá, lejía o otro cualquier detergente y, además, del agua a presión hay que darle con unos de esos cepillos de púas. Es, esa, la única manera de dejar este paseo en perfectas condiciones. No soy un experto, pero con agua sóla a presión no se puede dejar en perfectas condiciones aquel lugar por mucho que, cada día, se realice tal operación. El agua empleada, solamente, para limpiar aquello, por mucha presión que tenga, sólo vale para hacerle un lavado de cara.

Por supuesto que lo de la utilización, de los cepillos de púas, el sotá, la lejía o los detergentes, para dejar aquello como Dios manda, son una opinión personal e intransferible, tan válida como cualquier otra opinión.

Lo que, no es una opinión personal e intransferible, sino la opinión de muchos ceutíes es que, el paseo de la Marina huele a mierda pura.

Para comprobarlo, basta con darse una vueltecita por el mencionado paseo y verán que “maravillosos” olores le acompañan, a usted y a su familia, en su recorrido.

Los lugares donde han estado ubicados los water, colocados en el paseo, tienen un olor característicos a orín que te tira de espaldas porque, además, el olor está concentrado, como aquella propaganda del doble caldo estarlux, que metían una vaca en un territorio pequeño y decía ”concentrado estoy”

Y ni te cuento, serrana del alma, los ”regalos” que han dejado, la mayoría de estas “personas” detrás de la baranda del paseo, donde te asomas y vez la carretera que da al parque. En algunos sitio, se recomienda ponerse mascarillas para evitar caerse de espaldas a la primera oleada de “perfume” que perciban tus fosas nasales.

No sé qué pasará con las plantas que se encuentran en aquel lugar. Lo que si, casi puedo garantizar es que pueden crecer, fácilmente, unas buenas tomateras que riase, usted, de los tomates canarios.

Estos, los nuestros, le podemos poner, denominación de origen, para diferenciarlos del resto de los tomates que se quieran exportar del resto de España.

No es criticar ninguna labor porque, cada quisqui, está efectuando sus labores correspondientes es, solamente, una opinión de lo que se podría hacer para dejar aquello en perfectas condiciones.

Al menos, eso es lo que haría el menda, si estuviese en mi mano lo de llevar a cabo la limpieza de esa zona.

Naturalmente, cada uno tiene su opinión e igual, los que saben, creen oportuno y acertado las actuaciones de limpieza que se están llevando a cabo, en el mencionado lugar, y servidor, es un equivocado tratando de implantar otro sistema

Digo yo, personalmente y en persona, diga lo que diga, el mundo mundial, los jóvenes y las jóvenas, que los que saben son los únicos que tienen que decidir los sistemas a emplear y no un neófito de mi categoría, en estos asuntos de la limpieza vial.

Pero lo único que no se me puede negar, a pesar de mis desconocimientos del tema, es que el paseo de la Marina huele mal y que, eso, hay que solucionarlo empleando el sistema que se quiera emplear.

Y el próximo año si, de nuevo, se pone el ”piojillo” que según mi particular opinión pega, en la feria, como a un cristo dos pistolas, vigilar y multar a todas esas “personas”, que usan nuestras fuentes como lavavajillas, lavadoras o improvisadas bañeras.

No va ser falta que lleguen las fiestas patronales porque, esos, volverán en diciembre a poner sus puestos a lo largo del paseo de la Marina, y nos crearán los mismos problemas empleando, nuestras fuentes para los mismos cometidos.

¡Anda que no es bonito lavar las ropas acompañado de música o meter los píes en...!