Las trescientas toneladas de peso de la embarcación ‘Montecristo’,
con la que actualmente trabaja el personal del Varadero
Marina Seca, fueron determinantes para que los propietaros
se decidieran por las instalaciones ceutíes ya que el
‘travelift’ del que disponen puede hacerse cargo de barcos
de estas dimensiones y de este tonelaje. El ‘Montecristo’,
que llegó hace dos días a la Ciudad Autónoma, es el tipo de
trabajos que el Varadero busca para marcar su línea de
actuación. El yate, de 30 años de antiguedad está en buenas
condiciones y saldrá de las instalaciones de Marina Seca
totalmente reformado.
La operación de encaramarlo al ‘travelift’ se reprodujo en
tres ocasiones hasta que los operarios encontraron el punto
exacto de equilibrio de la embarcación que pesa 300
toneladas.
Las instalaciones trabajan a pleno rendimiento y albergan
otras embarcaciones de menor calado, entre ellas, una zodiac
del servicio de Cruz Roja.
85 pies
Desde que el varadero de Marina Seca atendiera su primer
megayate, el Montecristo ha sido el más voluminosos en todos
los sentidos. Se trató de un ejemplar de 85 pies (unos 27
metros) de eslora, con matrícula de la provincia italiana de
La Spezia y 6 metros de manga.
La razón por la que esta embarcación de lujo con base en
Puerto Banús y un valor aproximado de 4 millones de euros,
realizó su varada de mantenimiento en Ceuta es “la carencia
de un varadero de las condiciones tecnológicas y el nivel de
servicios del de la Ciudad Autónoma en otros puertos
cercanos del Mediterráneo”, según asegura la propia
tripulación del buque por aquel entonces.
El yate, que salió de las instalaciones ceutíes en perfectas
condiciones, estaba equipado con hasta seis camarotes, dos
‘suites’ con baño, dos habitaciones dobles con baño y dos
habitaciones con literas para la tripulación, que exige un
mínimo de tres personas (patrón y dos marineros) y un máximo
de cuatro (contando el servicio y por cuestiones de
espacio).
|