El número de playas españolas que cuentan con un servicio de
asistencia para el baño, adaptado para personas con alguna
discapacidad, se sitúa cerca de las 140, según datos
aportados por Cruz Roja. La organización humanitaria se
encarga de gestionar esta iniciativa, que entró en
funcionamiento hace siete años. La seguridad de los usuarios
que hacen el uso de las sillas especiales (‘Anfi-buggy’)
necesarias para entrar en el agua corre a cargo de
socorristas profesionales y voluntario de la organización,
que reciben una formación específica para tal fin. Además,
si lo requiere el usuario, también pueden recibir asistencia
durante el baño.
El perfil del usuario corresponde a personas que tienen
alguna discapacidad física, según explicó el miembro del
Departamento de Salud y Socorro de Cruz Roja, Paco Riesgo.
No obstante, gracias al apoyo de otras entidades
especializadas, también se atiende a aquellas personas que
poseen otros tipos de discapacidades.
Este servicio se presta actualmente en las provincias de
Almería, Cádiz, Málaga, Granada, Ibiza, Menorca, Mallorca,
Lanzarote, Las Palmas, Tenerife, Cantabria, Barcelona,
Gerona, Tarragona, Asturias, Pontevedra, Murcia, Alicante,
Castellón, Valencia, Guipúzcoa, y por supuesto, Ceuta.
El buen funcionamiento de este servicio facilita el baño a
personas discapacitadas, los cuales se encuentran muy
satisfechos por éste. Sus familias también han notado la
gran ventaja de las sillas especiales para suprimir aún más
barreras.
Además, se prevé que en los últimos años se lleve a cabo en
más playas del litoral español, debido a la aceptación que
están teniendo en las localidades citadas anteriormente.
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