¡Cuánto y cuanto mamonéo en la
dolorida España de la corrección política!. Oigan, se lo
juro, a mi me duele España ¿Qué a ustedes también? Pues ya
somos más dolientes, que no significa ser lacrimosos ni
seguidistas, sino más bien estar jodidos y estarlo desde el
más feroz y numantino inconformismo. Porque esa es la clave
de la ciberderecha :no conformarse y proclamarlo sin
complejos y si es posible con guasa, porque no hay mejor
forma de zaherir al contrario que ridiculizándolo y
cachondeándose de él.
“Un Santo triste es un triste Santo” Así que nada de
tenebrismos tipo Valdés Leal y su pintura negra, sino
positivismo y santificación por el trabajo, aunque los que
no pueden trabajar en Galicia, en plena oleada de salvajes
incendios forestales son los operarios expertos que llevan
toda la vida luchando con el fuego, por un sencillo motivo:
aunque sean gallegos y lo entiendan, no hablan ni escriben
correctamente el gallego”. ¡No vean la tragedia! No es que,
a los tipos se les exija hablar español como cuatrocientos
millones de criaturas, ni inglés, ni chino mandarían, ni
árabe, sino el gallego que siempre han hablado un puñado de
lugareños de la Galicia profunda de la procesión de las
Ánimas Santas y San Andrés de Teixidó. Aunque con el invento
de las autonomías que es un invento cojonudo para emplear a
enchufados y dar el jornal a todo tipo de cargos y
carguillos con los que se tenga algún compromiso, las hablas
locales han tomado mucha enjundia, es decir, la importancia
que nunca tuvieron, pero, los de las autonomías tienen que
justificar sus razones de ser siendo realidades históricas,
nacionalidades o ya, dando un salto cualitativo de
hijoputismo para desintegrar nuestra Patria: naciones.
El Estatuto de los catalanes, recurrido en el Constitucional
por los peperos, habla de Cataluña como nación y los
socialistas, tan entreguistas, tan acomplejados, tan sin
programa electoral que echarse al pico, se han apresurado a
decirles a los gallegos que Galicia es también “una nación”.
¿Han visto que malos y que mierdosos? ¡Cuidado pecadores!
¡Está prohibido hablar del artículo maldito del Texto
Constitucional! ¡Si, me refiero al “innombrable” al que
presenta a nuestro Ejército como garante de la unidad de
España!. Eso está prohibido decirlo y ya está. Porque si lo
decimos nos arresta el ministrejo de defensa ¿Qué nosotros
somos civiles? Vale, pues lo decimos porque nos sale de la
punta del nabo, con perdón de la palabra y mejorando la
presente. Pero si el que lee estas líneas es un metopilla o
un brigada de Regulares que se empape y se entere de que, a
los militares les está vedado opinar, hablar, pensar o
expresarse sobre la unidad de nuestra Patria. ¿Qué si
también prohíben a los soldados opinar sobre el fuego en
Galicia?.¡Ahí me han pillado!.Eso no lo sé .Sé que el
arribista y traicionero Touriño prohibió contratar a los
profesionales que no hablaran gallego, tal vez porque, le
merecían más garantías los gallegoparlantes, ya saben, es
una lengua en la que se segrega mucha saliva y los salivazos
podían ayudar a controlar las llamas.
Pero salían en la tele los pobres hombres gallegos
rechazados por no dominar cultamente el habla de Rosalía de
Castro y sus Follas Novas y los culturetas apaga que te
apaga. Hasta que al Touriño se le iba a quemar el “charlé”
que se dice en andaluz o el “chaleziño” que se dice en
galleguiño y ha tenido que joderse y alertar a todo el
mundo, hasta a los soldados zapadores, que saben de jugarse
los cojones, pero no en gallego. Se juegan las pelotas en
español haciendo cortafuegos y quemándose las pestañas.
Nuestro Ejército, a la postre, continúa estando pa un roto y
pa un descosío, aunque, cuando yo me meta a reservista voy a
dar un curso acelerado de gallego, eso si, aunque el baboso
Touriño, que cada día asemeja más una lechuza ajada, me
quiera obligar a hacer la instrucción bailando una muñeira
no lo conseguirá. Yo haré la instrucción a los sones de
“Soldadito español” y de “Banderita” porque me sale de esa
parte de la anatomía que dicen que “se lava y se estrena” Y
de mí dicen las vecinas de mi barrio, entre bronca y bronca
“Ella é mu güena muchacha y mu limpia…” Luego reflexionan y
se vuelven a zalear de las greñas porque aquí todo se
dilucida abalanzándose sobre el oponente y zaleándole de los
pelos o amenazando con abrirle el pecho y comérsele los
pulmones.
¡Y eso que Andalucía no es todavía una nación sino tan solo
una realidad nacional! ¿Ustedes son nación? ¡Pues
reivindiquen! ¿Qué no pueden reivindicar porque los ceutíes
tienen un enorme sentido del ridículo? Pues serán de los
pocos que quedan a quienes no achare ser considerados unos
payasos pontificadores como el Touriño de los cojonciños,
véngase usted pa Málaga que le vamos a meter una capujaniña
que se va a cagar. ¿Qué se dice “cagadiña”? Es que,
comprendan, yo no hablo gallego y para pronunciar el catalán
tendría que meterme una cuchilla de afeitar en el gaznate y
así y todo no me saldría lo suficientemente metálico y
desagradable el habla. Pero es positivo hablar , pensar y
rezar en español, porque te ahorras de atufarte apagando
fuegos, de hecho le tengo que preguntar a los autónomos
meridionales, léase Chaves andaluz, Imbroda melillense y
Vivas ceutí si es cierto el rumor de que, para apagar los
fuegos en nuestras autonomías van a hacernos pasar por un
riguroso examen para ver si imitamos correctamente a
Chiquito de la Calzá y sabemos manejar las mangueras y las
zapas emulando sus andares. Comprendan, por cosa de los
telediarios y de las naciones de una Nación de
nacionalidades. Salen apagando el fuego los gallegos y
cantan a al compás una muñeira y pegan los botes que pegan
ellos y salimos nosotros a la voz de “¡Norrr…!” y saben ya
quienes somos y que merecemos ser una nación entre las
nacionalidades y si los del Gobierno se ponen cerriles
siempre podemos quemar algunas papeleras o hacer una hoguera
de San Juan en la playa para aluego apagar las llamas y que
el fiscal del caso del Kimbi comience a pedir prisión para
los pirómanos, aunque conociendo el talante y el raro
talento de tan dignísimos funcionarios lo mismo dictan una
orden de alejamiento para Chiquito de la Calzá.
De hecho, la realidad es que “si no se habla gallego no se
apaga el fuego” y “si no se es ceutí, no se entiende lo que
pasa aquí”.
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