La invasión de termitas que sufre la Basílica Tardorromana
ha frenado considerablemente la fecha de inauguración del
emblemático proyecto cultural. Así, tal como confirma la
consejera de Cultura, Mabel Deu, sigue sin concretarse el
día elegido para su apertura ya que está a espensas de la
eliminación definitiva de los insectos. Por el momento, este
martes, la Ciudad Autónoma procedió al envío de los pliegos
de prescripciones técnicas para la pronta contratación de
una empresa fumigadora. Y, de esta forma, “acabar con las
termitas que son las culpables del contínuo retraso en las
fechas”, explica Deu.
Hace un mes, la consejera, acompañada del delegado de
Gobierno, Jenaro García-Arreciado, realizó una visita al
inmueble para comprobar el estado de las obras. La
conclusión fue que estaba “prácticamente terminado, pero el
museo de la Basílica, que está declarado Bien de Interés
Cultural, continúa en ‘stand by’ y sin vistas de pronta
inauguración.
Aún así, el aspecto del nuevo museo es inmejorable. Tiene la
concepción de pabellón del tiempo y en él pueden admirarse,
entre otras piezas, el sarcófago romano del siglo III
descubierto en la década de los setenta en la plaza de la
Constitución, así como diferentes tipos de enterramientos,
piezas de la madrasa Al-Yadida y cerámicas de diferentes
épocas. Sin duda, lo más atractivo, es la propia basílica,
con su ábside y enterramiento principal, así como un aljibe
medieval, perfectamente conservado.
Este importante hallazgo arqueológico tuvo lugar 1987 de
manera casual y mereció la atención del Ministerio de
Cultura que desarrolló un intenso programa de excavaciones
arqueológicas sistemáticas, así como procedió a su
declaración como Bien de Interés Cultural con la categoría
de Zona Arqueológica. Se trata de uno de los testimonios más
antiguos del cristianismo en el norte de África.
|