Por una pequeña comisión de entre tres y cuatro euros. Ese
fue fundamentalmente el motivo de la disputa protagonizada
por el ahora fallecido, el marroquí Mohamed Bournaqui de 43
años casado, con tres hijos y residente en Ceuta, y Said
Hana marroquí de 31 años con residencia en Tetuán.
Los dos protagonistas del sucesos eran habituales en los
‘negocios’ ilícitos y, por tanto, clandestinos que todavía
hoy -sin que la policía los haya paralizado- se desarrollan
en el entorno de la Avenida Cañonero Dato con epicentro en
la Estación Marítima.
Taxistas piratas y comisionistas de agencias de viajes; son
muchos los marroquíes que se dedican a estas actividades en
la zona por lo que llegan a organizarse en clanes.
La discusión por el reparto se produjo en el interior de la
Estación Marítima ceutí alrededor de las nueve de la noche
del pasado día 3 de julio.
Según ha podido conocer El Pueblo de Ceuta, la acalorada
disputa se trasladó a las afueras de la propia estación.
El agresor, mucho más joven, pero un tanto más corpulento
que la víctima, y una vez en los aledaños de la terminal
marítima, esgrimió un fino estilete y tras una corta pelea,
Said Hana ‘acertó’ a penetrar su objeto punzante próximo al
esternon (en la zona precordial izquierda) que le perforó el
pulmón.
Herido de muerte, Mohamed Bournaqui cayó al suelo. El
agresor a la vista de los acontecimientos huyó del lugar en
tanto dos individuos (colegas de actividad) y en el propio
vehículo del herido, lo trasladaron hasta el hospital.
Llegó con vida, muy mal herido. Incluso pidió agua al
personal sanitario que intentaba luchar por salvar su vida.
Aunque lograron estabilizar, en un primer momento aún
mínimamente su estado, la herida producida había resultado
mortal de necesidad.
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La técnica del retrato robot logra la identidad del homicida
El retrato robot y, en concreto,
su técnica ha evolucionado con los tiempos. De hecho las
nuevas tecnologías han ayudado sobremanera a lograr una
aproximación cada vez más acertada de la fisonomía de la
persona a quien se busca, en función de los detalles
descriptivos realizados por quienes resultaron testigos o
víctimas de cualquier suceso.
En este caso concreto, funcionarios de la Comisaría General
de la Policía Científica viajaron hasta Ceuta para colaborar
en la búsqueda del autor del suceso, con resultado de muerte
acaecido a primeros de julio en las inmediaciones de la
Estación Marítima.
Con los testigos relacionando las características
fisonímicas del agresor y la inestimable ayuda de un
programa informático capaz de conformar un rostro definido
en base a la infinidad rasgos faciales humanos en su base de
datos, se ha logrado la composición de estos retratos robot
que han servido fundamentalmente para hallar la identidad de
Said Hana quien había permanecido en una prisión de
Barcelona y, además, contaba con antecedentes policiales
entre ellos una prohibición de entrada en territorio
nacional.
Como puede comprobarse a simple vista, las fotografías del
autor del homicidio (en la página anterior) guardan
similitud con los retratos robot realizados por la Policía
Científica.
Los rasgos faciales muy característicos logrados en el
trabajo policial fueron cruzados con el archivo de imágenes
de la Policía de manera exitosa.
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