La selección española de waterpolo tuvo que conformarse con
la plata ayer en Atenas, tras caer por un resultado de seis
tantos a cuatro ante la vigente campeona del mundo, Serbia y
Montenegro. El ceutí Guillermo Molina suma un nuevo éxito a
su dilatado palmarés, cosechando un nuevo metal con el
equipo dirigido por Rafa Aguilar, que el pasado 17 de junio
ya lograba adjudicarse la medalla de bronce en la Copa del
Mundo celebrada en Budapest.
Con cuatro tantos ante Estados Unidos en semifinales, tres
ante Francia en cuartos de final y uno ante Australia en el
primer encuentro de esta fase final de la Liga Mundial, el
waterpolista ceutí del Club Natación Barcelona volvió a
demostrar que es en estos momentos una de las piezas clave
de la nave de Rafa Aguilar, una selección en la que se ha
producido recientemente un importante relevo generacional.
Ambos equipos protagonizaron un encuentro muy igualado, en
el que a juzgar por el corto resultado, debieron primar las
defensas sobre el juego ofensivo, algo habitual entre
selecciones de la talla de la española y la
serbio-montenegrina.
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