Lo pagano y lo religioso se
mezclan en estas fiestas patronales. Los primeros días se
han dedicado al disfrute ciudadano y ahora le toca el turno
a la Patrona, en cuyo honor se celebran la feria y todas las
celebraciones. Entre flores, que cada año se eligen
cuidadosamente y que tardan horas en ser insertadas una a
una en el paso procesional, la Virgen de África salió de su
templo bajo la atenta mirada de los fieles y de los
curiosos. La talla, de origen portugués y un bello vestigio
del arte bizantino, salió a las nueve a la plaza. La
tradición religiosa llegó y llenó las fiestas patronales en
uno de los actos devotos que, con la Semana Santa, congregan
a más ceutíes confesos. Ambos aspectos, el religioso y el
pagano, se complementan para algunos, se solapan para otros
y el resto, decide vivir solo una estas dos partes. Hoy, la
talla de la Patrona saldrá en procesión. La cofradía de la
Virgen de África tendrá mucho trabajo y cierto estrés, el
propio de quienes quieren que la imagen retorne al templo en
las mismas condiciones que salió. Sólo hay hora tope de
llegada, las doce y media de la noche, por lo que la
procesión puede durar hasta tres horas y media. Si se cumple
este horario, los amantes de las casetas tendrán poco tiempo
para bajar al recinto ferial y llegar a la hora al concierto
del trío Camela, que los top ten de las gasolineras de
España, puesto que sus componentes llevan con mucho orgullo
y agradecimiento. Un grupo que ha llenado pabellones
deportivos, romerías y hoy, con toda seguridad, el Auditorio
de La Marina. Pero todo llega a su fin. La rutina de la
Feria se acaba y más de uno se sentirá perdido cuando se
despierte y no pueda bajar a tomar cañas a las casetas o
contemplar Ceuta, a trompicones, desde lo alto del
‘Canguro’. Pero la Virgen de África no dejará que olviden
esta sensación y hará corta la espera. Cuando se quieran dar
cuenta, las fiestas llegarán de nuevo a Ceuta, los feriantes
desembarcarán cargados hasta las cejas y la Virgen saldrá
del templo.
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