El palista de Los Delfines Álvaro Marín acaba de añadir un
nuevo éxito a su palmarés. Y es que el ceutí alcanzó nada
más y nada menos que la sexta plaza en el Campeonato de
Europa celebrado del 27 al 30 de julio en Atenas, donde las
selecciones españolas junior y sub-23 sellaron su
participación con un total de seis metales, de los cuales
tres fueron de plata y otros tantos de bronce.
Álvaro Marín competía por vez primera junto al extremeño
Julio Moreno, en la modalidad de K-2. Ambos realizaron unas
excelentes primeras rondas, marcando incluso el tercer mejor
tiempo sobre la distancia de quinientos metros. Los dos
españoles realizaron un excelente papel en la distancia de
1.000 metros, en la que se apoderarían de la sexta plaza.
Sin embargo el viento no permitiría al tándem Marín-Moreno
igualar su buena actuación en los quinientos, ya que el poco
peso de ambos sobre la piragua jugaría en su contra durante
la disputa de la ronda definitiva. “El viento de lado nos
puso las cosas muy difíciles porque después de los
resultados de las primeras eliminatorias podíamos haberlo
hecho mucho mejor en esta distancia”.
Marín, que a pesar de este inconveniente en la prueba de
menor distancia se muestra muy satisfecho con la consecución
de un sexto puesto entre los mejores de Europa, asume como
próximo reto la incorporación a los entrenamientos de la
selección absoluta. “Espero poder entrar pronto en el equipo
absoluto, aunque todo dependerá de la actuación en el
Campeonato de España el mes que viene”. Álvaro Marín
reconoció asimismo haberse encontrado muy a gusto con el
resto de compañeros que conformaron la representación
española en la en la pista de Schinias, en Atenas.
El mayor éxito para el combinado nacional vino de la mano
del doblete logrado por el asturiano Emilio Llamedo en la
categoría junior, con una plata en 1000 metros y una medalla
de bronce en los 500 metros, ambos en la modalidad de K-1.
El gallego Miguel Rodríguez Galbán obtuvo el mismo resultado
que su compañero de selección, pero en la modalidad de C-1,
adjudicándose la medalla de plata en la distancia larga y el
bronce en los 500 metros.
El sub-23 gallego José Luis Bouza añadía otro metal al
casillero español, subiéndose al segundo peldaño del podio
en la prueba de C-1000, mientras que la pareja formada por
el asturiano Bernardo Rodríguez y el gallego Roberto
Rodríguez Lechuga ponían el broche de bronce, en esta
ocasión, para la selección española, gracias a su tercer
puesto en la última manga de los 1000 metros de K-2.
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