A los feriantes no les agrada el apelativo con el que la
Policía bautizó el trayecto que recorren, dentro de sus
camionetas, en el crepúsculo de la Feria. Acaba una semana
de fiesta y trabajo pero empieza una madrugada de controles.
La ‘Operación Feriante’ dura aproximadamente ocho horas,
pero los agentes la están preparando desde hace meses. Un
despliegue de efectivos -no facilitaron el número exacto por
cuestiones de seguridad, pero podría llegar al centenar-,
equipados con sofisticados aparatos y perros vigilará,
registrará y escoltará cada camioneta de feria que se
disponga a salir del recinto en dirección al puerto.
Así, la delegación del Gobierno advirtió que el despliegue
se efectuará en dos frentes. El primero, en funcionamiento a
partir de las cinco de la mañana, estará dirigido por la
Policía Nacional y se hubicará en los llanos de La Marina.
La Policía Local, con un papel de apoyo, participará en
labores de control de los alrededores, así como en la
vigilancia de las escolleras. Equipos de la Unidad de
Intervención de la Policía (UIP) -una treintena de
profesionales-, de la Unidad de Protección y Respuesta (UPR)
y agentes de la Policía Nacional custodiarán este área
durante las primeras horas de la ‘Operación’.
En el camino hacia el puerto, grupos de personas sin
documentación o inmigrantes que buscan saltar a la Península
podrían aprovechar un semáforo en rojo para ‘colarse’ en uno
de los remolques de los feriantes. Por este motivo, las
Fuerzas de Seguridad acompañarán, en labores de escolta, el
convoy de caravanas y tráilers.
En el puerto, el trabajo lo dirigirá la Guardia Civil. Una
vez allí, los agentes procederán a un segundo control para
volver a revisar si hay algún ser humano escondido en
cualquier rincón, del mismo modo que si hubiera droga.
Para esta labor y a través del servicio cinológico y fiscal,
la Guardia Civil empleará sofisticados medios de detección
como el reputado sensor que localiza los latidos del corazón
sin necesidad de abrir un vehículo. Además, los perros
'antidroga' y 'antiexplosivos' que se vienen utilizando en
la Operación Paso del Estrecho (OPE) ayudarán a los
efectivos.
Unos trabajos previstos y coordinados con suficiente
adelanto, hasta el extremo, según Delegación, de reducir
cada año el número de personas que se ‘atreven’ a
intentarlo.
Si bien no es posible hacer previsiones en torno a la
fluctuante cuestión de la inmigración, que cambia con los
meses y por supuesto de un año para otro, la impresión para
esta noche es más bien baja. Se han hecho varias batidas de
localización de inmigrantes en los últimos meses, existe un
mayor control en el Centro de Estancia Temporal de
Inmigrantes (CETI) y, por último, no existen grandes bolsas
de inmigrantes en este momento en la Ciudad, sin embargo, el
Gobierno evita hacer cualquier tipo de adelantos.
Finalmente, la mal llamada ‘Operación Feriante’ -los
comerciantes se sienten insultados ante algo que dicen no
les concierne- concluirá a media tarde del domingo.
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En 2005 detuvieron a 212 personas y decomisaron 100 kilos de
hachís
La ‘Operación Feriante’ del año
pasado se saldó con 212 detenciones y 100 kilos de hachís
decomisado. La mayoría de detenciones se produjeron en el
recinto ferial. Además, entre los arrestados se encontraban
dos empresarios acusados de tráfico de personas y drogas.
La Guardia Civil blindó el puerto y examinó cada camión de
los trabajadores que dejaban la Feria en dirección a la
Península. Ya a punto de cruzar el Estrecho, las Fuerzas de
Seguridad encontraron a 23 inmigrantes sin documentación,
entre los que hallaron a un menor de entre 5 y 10 años.
Esta cifra, inferior a la de 2004, cuando se detuvo en el
puerto a 27 ‘indocumentados’, mantuvo la línea ‘a la baja’
de los últimos cuatro años.
Días más tarde, la Policía repatrió a 184 inmigrantes
marroquíes y 21 argelinos fueron trasladados al CETI.
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