A la vista de los innumerables fraudes que se vienen
produciendo y que a través de los medios de comunicación
tenemos conocimiento, nos parece hoy bien relacionar, en
breve resumen, hechos que se dan y que hacen necesario,
creemos, una actuación mas pormenorizada de los Servicios de
Inspección de los distintos departamentos a quienes compete
su vigilancia y control en evitación de estos desmanes.
Así hacen falta Inspectores del Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social que denuncien, sancionen y, por
consiguiente, eviten, los fraudes que se dan en la
afiliación en grupos de baja cotización en los Seguros
Sociales (para beneficiarse de la disminución de las cuotas
correspondientes); que se cumplan los horarios establecidos
en los convenios colectivos al caso; que se realicen las
horas extraordinarias necesarias, como establece la
legislación, para atender cualquier siniestro o en casos de
suma necesidad; que se evite el empleo de menores; que se
erradique la mano de obra clandestina; que se cumpla la ley
por lo que a Seguridad e Higiene en el Trabajo se refiere,
para que no se den los accidentes y siniestros que se vienen
registrando con graves consecuencias principalmente para los
trabajadores.
El fraude fiscal disminuye los ingresos de la Hacienda
Publica y, por tanto, las consignaciones que el Estado
dedica a atenciones de todo tipo. Hacen falta, pues,
Inspectores que controlen los ingresos de los contribuyentes
para que no se puedan eludir los rendimientos de aquellos
profesionales liberales que perciben sus honorarios sin
entregar el oportuno comprobante y de empresas que despachan
sus mercancías sin la expedición de la correspondiente
factura, así como evitar el conocido blanqueo de capitales.
Hay que controlar las empresas depositarias de fondos de
ciudadanos que honradamente los invierten en la confianza de
la obtención legal de unos rendimientos y que luego, como
acaba de ocurrir, se encuentran despojados de sus bienes sin
que exista quien responda de tal expolio.
En la Seguridad Social, aparte de los casos sabidos de
fraude en el reconocimiento de pensiones, tanto las
consecutivas a accidentes como a enfermedades comunes, como
el que últimamente se ha intentado llevar a cabo por una
ciudadana asidua a las “páginas del corazón”; hay que
implantar un control exhaustivo de las “bajas de
complacencia” en muchos casos a trabajadores o empresarios
que, percibiendo la correspondiente pensión por incapacidad
temporal o “para toda clase de trabajos”, continúan
ejerciendo sus habituales ocupaciones en la misma empresa o
en otras, así como realizar el seguimiento con un severo
control de las prescripciones de medicamentos para evitar el
derroche que se produce en el gasto farmacéutico.
En Interior conocemos de su dedicación y entrega (tanto por
parte de la Policia Nacional Como de la Guardia Civil) pero
hace falta el incremento de las plantillas para que
inspeccionen, vigilen y eviten el tráfico de
estupefacientes, la explotación clandestina de la
prostitución, el tráfico irregular de inmigrantes, el
maltrato humano a esposas, maridos, hijos u otros
familiares; los robos, atracos y actos terroristas,
insuficiencia que se da también en los Juzgados lo que
produce los grandes retrasos en la aplicación de la Justicia
que tanto lamentamos.
Citaremos, también, después de esta sucinta relación de
hechos que, de por sí, merecen una especial atención, la
necesaria intervención del Estado a través de sus
Inspectores, en las actuaciones relativas a la especulación
inmobiliaria, la construcción ilegal de edificaciones, la
dificultad de adquisición de vivienda por su alto precio sin
justificaciones del costo de las mismas y, por último, el
cumplimiento de sus tareas a cierto colectivo de miembros de
la Función Pública (Estatal, Autonómica o Local) que deben
cumplir sus Reglamentos ejerciendo las funciones que tienen
encomendadas con el interés, celo y honradez que merece el
ejercicio de su empleo aparte de no considerar que haber
adquirido una plaza de funcionario le da derecho a unos
beneficios como si de una imposición a plazo fijo se
tratara. Hacen falta tantos Inspectores…
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