La reciente visita del Delegado del Gobierno, Jenaro
García-Arreciado, a la barriada de Benzú le sirvió para
conocer de primera mano las peticiones más importantes del
conjunto de vecinos de la zona periférica. Entre el plantel
de solicitudes, el titular de Delegación se comprometió a
estudiar la reapertura del paso fronterizo colindante con
Beliones para agilizar el tránsito de personas. Actualmente,
sólo aquellos que disponen de permiso de trabajo fronterizo
y los niños escolarizados en el centro ‘Pablo Ruiz Picasso’
pueden cruzar de un país al otro. Mientras tanto, la
comunidad de vecinos de la barriada dispone de tres días por
semana para visitar a sus familiares enterrados en el
cementerio musulmán existente en la vecina población
marroquí. Por esta razón, García Arreciado manifestó su
interés ante la iniciativa, a la que calificó de “sensata”,
aunque no pudo confirmar que la reapertura del paso se vaya
a hacer efectiva.
Benzú siempre fue el paso “tradicional” de movimiento
comercial, pero Delegación de Gobierno ordenó, en 2002, ante
la problemática de control de personas por problemas de
orden público y de entrada de ilegales y menores no
acompañados, su cierre inmediato. Situación que derivó en la
entrada de 4.000 marroquíes más, diariamente, por el Tarajal.
El Delegado anunció que analizará “con diligencia” el asunto
ante la buena salud de las relaciones diplomáticas con el
país vecino. La “fluida” relación que mantiene el Ejecutivo
nacional con Marruecos servirán de base para aumentar la
frecuencia de paso para los vecinos de Benzú. Por el
momento, permanece cerrado porque la situación de seguridad
era “insostenible”.
La propuesta queda pendiente mientras comienza, en próximas
fechas, la edificación de un dispensario médico en la
barriada.
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