A pesar de la sencillez de estas atracciones de feria que,
en muchos casos, tienen más de treinta años de vida, los
coches de choque siguen siendo la apuesta que no falla.
Muchos son los adultos que no se suben a ninguna atracción
de feria más que a ésta que les produce una emoción especial
porque, por unos instantes, vuelven la vista atrás a aquella
feria que tanto les marcó. Sea por el motivo que sea, lo
cierto es que cualquier noche, a cualquier hora, quien pase
por delante de esta atracción tendrá que esperar varios
minutos para conseguir un auto en el que conducir como un
loco durante un rato.
Pero no es ésta la única atracción de la feria para los más
adultos: la montaña rusa, el barco vikingo o el martillo son
sólo algunas de las propuestas que podemos encontrar en la
calle del Infierno.
Una de las atracciones que más llaman la atención, justo por
lo contrario que los coches es la uve que lleva por nombre ‘Abyss’.
Parece que no acaba de cuajar entre los asistentes a la
feria que apenas hacen uso de esta atracción que pone sus
vagones a una gran velocidad y los hace oscilar en los
raíles dispuestos con forma de uve.
En lo que a atracciones de feria se refiere triunfan los
clásicos y las atracciones infantiles: Las grandes
atracciones y las apuestas innovadoras tienen más éxito en
los parques temáticos que en los recintos feriales
ambulantes. Pero si las atracciones, las tómbolas y los
puestos de comida son los mismos de hace veinte años lo que
sin duda ha cambiado mucho es la procedencia de sus
responsables: aunque sigue habiendo muchos feriantes
españoles en esta feria podemos encontrar a muchos rumanos,
ucranianos y marroquíes. La variedad está servida.
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