El paso fronterizo entre Benzú y Beliones reanudará su
actividad antes de que finalice el año. Después de cuatro
años cerrado por problemas de orden público y de entrada de
ilegales y menores no acompañados, volverá a estar operativo
para facilitar la fluidez del tráfico comercial y de
personas que desde octubre de 2002 está concentrado en el
paso del Biutz de la frontera del Tarajal con Marruecos. Así
lo confirmó, ayer, durante una visita a la barriada
periférica, el delegado de Gobierno, Jenaro
García-Arreciado.
En el recorrido por Benzú, en el que comprobó el estado de
las obras de la red de abastecimiento y el proceso de
edificación de un centro sanitario, aseguró que trasladará,
en próximas fechas, la petición formal de la barriada al
Ejecutivo central para materializar la propuesta. A juicio
de García-Arreciado, se trata de una solicitud “sensata” que
evitará las aglomeraciones que se producen en el Biutz ante
la vuelta que realizan diariamente los transfronterizos.
Benzú siempre fue el paso “tradicional” de movimiento
comercial desde 2001, pero Delegación de Gobierno ordenó, al
año siguiente, ante la problemática de control de personas,
su cierre inmediato. Esta situación derivó en la entrada de
4.000 marroquíes más, diariamente, por el Tarajal. No
obstante, la restricción fronteriza de Benzú no fue absoluta
para los habitantes de Beliones y para los vecinos de la
barriada. Para atravesar la frontera, los marroquíes
residentes en Beliones tuvieron, desde entonces, que
justificar su residencia en esta localidad o presentar a la
Guardia Civil un documento que acreditase su trabajo en
Ceuta. La apertura del paso supondrá una reactivación
comercial.
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