El Ejército marroquí trabaja estos días a escasos metros del
perímetro fronterizo que separa España y Marruecos en los
montes de Beliones, a escasos cien metros del paso
fronterizo de Benzú. Una gran zanja, aun en sus primeras
fases de construcción, corre paralela a la valla en una
operación similar a la llevada a cabo en la frontera de
Melilla.
Esta trinchera serviría de obstáculo ante posibles
avalanchas de inmigrantes como las que se sucedieron el
pasado año en las fronteras de las ciudades autónomas con
Marruecos. Junto a la zona de trabajo, el Ejército del reino
alauí ha montado varias tiendas de campaña que han ampliado
considerablemente el asentamiento militar en la zona,
habilitado en un principio para vigilar el paso fronterizo,
de carácter comercial, que permite tan solo la entrada en
España a los vecinos de Beliones.
Esta nueva medida, de confirmarse, vendría a corroborar las
impresiones del Ejecutivo socialista que viene señalando un
cambio de actitud del país vecino en el control de los
flujos migratorios hacia España. Según parece, Marruecos
comienza a tomarse en serio el control de inmigrantes.
El Secretario de Estado Seguridad, Antonio Camacho, informó
en el Senado el pasado lunes de un fuerte descenso en la
llegada de inmigrantes ea las ciudades autónomas. Así, en la
Ciudad Autónoma de Ceuta la entrada de inmigrantes se redujo
en un 60,7% durante el primer trimestre de 2006. En Melilla,
el descenso se quedó en un 30%, cifra igualmente importante.
De los 881 inmigrantes que entraron en Ceuta durante el
primer trimestre del año pasado se ha pasado a 248 en los
tres primeros meses de este año.
Después de las avalanchas masivas del pasado año que
congregaron a más de 4.000 inmigrantes, de los que lograron
pasar unos1.500, ha habido alguno intentos en los que han
participado tan sólo 135 inmigrantes que lo intentaron a
través de los puntos débiles del perímetro fronterizo como
son las propias fronteras y sus aledaños y los accidentes
naturales como el mar o los cauces de los arroyos.
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