En mis habituales visitas a los que ya considero como míos,
espacios verdes naturales, siempre me encuentro con alguna
sorpresa. En otros tiempos, ya lejanos, era raro no
encontrarme con animales, lamentablemente desaparecidos en
estos lugares, como pequeñas culebras, saltamontes, ranas
comunes, ranas verdes, erizos, tortugas, y hasta, cucarachas
negras… Mi sorpresa gratísima, en esta ocasión ha sido
encontrarme con Sergio, un niño de diez años, de fácil
palabra, que asombra, pese a corta edad. Enseguida iniciamos
una interesante conversación. Se interesa por mis datados,
cuál es mi nombre, a qué me dedico, dónde vivo, etc. Le digo
que me llamo Andrés, que ya me dedico a nada, que fui
maestro de escuela, hoy jubilado, que vivo en la Colonia….
Por su parte, me dice que su nombre es Sergio, que tiene
diez años, que asiste a clase en un colegio próximo a su
vivienda, que está muy contento, que su maestrea es muy
buena, que le gusta mucho las Matemáticas, que estudia 4º de
Primaria.En este momento me detengo, haciendo una reflexión.
¿Cómo a Sergio le gusta tanto las Matemáticas? Sabemos que
para que un alumno se sienta interesado por esta materia, es
de gran importancia que el maestro esté bien formado y
motivado, con actitud cooperativa y de coordinación, para
que no se produzcan expresiones como ¡Las Matemáticas no se
me dan, son odiosas! Bien cierto es que por mucha voluntad
que tenga un alumno, si no le gusta, difícilmente podrá
aprenderlas. Por eso, si a Sergio le gusta las Matemáticas,
pienso que su maestra tiene que motivar mucho a sus alumnos
para que las vean muy atractivas.
De pronto, alguien desvía la atención de Sergio. Un hombre,
con aspecto de mendigo y andares lentos, dirigiéndose a él,
le transmite un consejo: “Si quieres vivir muchos años, come
patatas, queso y pollo”. Sergio sonríe, y yo también. El
hombre continúa su camino. Mi reciente amigo -hemos firmado
un buen pacto de amistad-, me dice que se trata de un hombre
que “está mal de los nervios”, que suele dar muchos
“consejos”, que tiene determinadas manías, como por ejemplo,
recoger papales del suelo y trocearlos, que suele dormir en
los portones, que cada semana aparecen en barrios
distintos…. Sergio continúa diciendo que es un hombre “que
no está bien”.
Mientras yo sigo inspeccionando el espacio verde natural con
la intención de “capturar” algunos moluscos gasterópodos
terrestres –mala campaña, porque aunque en los últimos días
ha llovido con suficiencia, nos ha tardado en venir- Sergio
sigue contándome cosas de su colegio, de sus compañeros, de
su maestra. Se siente muy feliz en el grupo, siendo muy
querido y respetado por sus compañeros y maestros, en
especial por su tutora. Pero tiene una “espinita clavada”
con sus compañeros: no reconocen que es el mejor de la clase
en las Matemáticas. Y me dice: “¿Cómo pueden dudar que soy
el mejor, cuando mis notas son de sobresalientes? ¿Qué otros
testimonios puedo yo aportar?”. Yo le digo, “que siempre
habrá una mayoría que lo reconozcan, aunque existan aquellos
que sienten envidia de tu capacidad para las Matemáticas.
Pero no les haga mucho caso, porque se trata de la llamada
“envidia sana”, es decir, que a ellos les gustarían estar en
tu lugar. Terminarán por reconocerlo”.
Hay en Sergio, algo que en cierta medida, le acompleja. Me
cuenta que cuando empezó el primer curso de Primaria, su
salud no era muy buena: “Me resfriaba con mucha frecuencia,
con problemas en la garganta, que me producía fiebres muy
altas, de formas continuas. Ello impedía asistir a clase con
regularidad, lo que me obligó a repetir el 1º curso. Yo
tenía que estar a hora en 5º Curso, pero me encuentro en 4º.
Ahora tengo una buena racha, aunque no sé si en algún
momento me operarán”.
Continuamos con otros temas. Me cuenta que él tenía una
burrita, “La Chata”, que convivía con un grupo de burritos.
Estos fueron trasladados a la Península, no consiguiendo que
su burrita se quedara con él. Dice, que él la montaba, que
estaba identificado con ella. Iba a la feria utilizándola
como montura. Ahora tiene noticias de ella: “Está
embarazada, y pronto tendrá su cría”.
En el aspecto deportivo, le gusta el fútbol. Se siente
seguidor de tres equipos importantes: Barcelona, Arsenal,
Milán, por este orden. Claro, que ante el interesante
encuentro Barcelona-Milán, del blue saldrá el finalista de
la Copa de Europa, él prefiere que gane el equipo español.
Lógico. También me cuenta que en su casa, en el negocio de
su padre –viveros de plantas- hay muchos perros: “No sé
exactamente cuántos son. Pero me molesta mucho sus ladridos.
Hay uno que le está ladrando continuamente a un empleado de
nuestro negocio. Él ya está acostumbrado, y se lo toma a
broma, pero a mi me “pone de los nervios”. Pero no vaya a
pensar que meda miedo”.
Ya llegaba la hora de la despedida. Había merecido la pena
la visita a “mis” espacios verdes naturales. La “cosecha” de
los moluscos citados no había sido rentable, pero repito, el
encuentro con Sergio, muy positivo. Por un momento me sentí
trasladado al aula del Colegio, donde permanecí tantas
horas, dialogando con mis alumnos. En este caso, Sergio, ha
representado a todo el grupo. Quedamos en que otro
viernes/sábado, nos volveríamos a ver. Sergio me acompaña
unos metros, pero todavía quedaba algo por decir, “lo que él
quería ser de mayor”. De nuevo la problemática del tema
vocacional, ¿Cómo, con diez años, iba a definir su ocupación
futura? ¿Iría en la misma línea que el negocio familiar ¿O,
sabiendo su inclinación por las Matemáticas, ser un profesor
de esta materia en un Instituto? Pues nada de estas posibles
hipótesis, aunque, de algún modo relacionado con las dos
últimas. Probablemente buen conocedor de los entresijos del
negocio familiar, en estos momentos echara algo de menos en
el funcionamiento del negocio: un contable. Sergio, que
también me comunicó que era un enamorado del ordenador, se
sentía delante de él, registrando todas las entradas y
salidas, las nóminas de los operarios, los pagos a
realizar…. Quizás sea un sueño, pero realizable, y no dudo
que puede ser el futuro administrador del negocio familiar.
Pero, no olvida que sus compañeros de clase dudan de que en
Matemáticas, él es el mejor….
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