Pese a contar con el total respaldo de la Ciudad Autónoma
como en temporadas anteriores y haber recibido la subvención
de 1.051.771, 18 euros (175 millones de las antiguas
pesetas) con la condición de destinar 300.000 euros (50
millones de pesetas) al saneamiento del club, la primera
temporada de Ernesto Valero se cerrará con un déficit que
podría oscilar entre los 30 y 40 millones de las extintas
pesetas. El desfase económico está cantado porque en la
presente temporada los gastos superan a los ingresos. Valero
sigue sin dar a conocer el presupuesto de la AD Ceuta para
la temporada 05-06 cuando faltan cinco jornadas para la
conclusión de la Liga regular, pero el capítulo de gastos en
el club caballa asciende a unos 200 millones de pesetas; la
mayor partida es para pagar las fichas y los sueldos de los
futbolistas, del cuerpo técnico y de los empleados, además
de los gastos por desplazamientos, derechos de arbitrajes,
seguridad en el Alfonso Murube...
Los ingresos, por debajo
Cuando Ernesto Valero se hizo con las riendas de la AD Ceuta
era consciente de que la Ciudad Autónoma continuaría
respaldando al equipo de la Segunda División ‘B’ con una
importante inyección económica. El convenio entre la
consejería de Educación, Cultura y Deportes y la AD Ceuta
ascendía a 350 millones de las antiguas pesetas para las
temporadas 05-06 y 06-07, pero de esta cantidad 100 ‘kilos’,
-cincuenta millones de pesetas cada temporada-, serían
destinados al saneamiento de la entidad que arrastraba un
déficit desde su nacimiento, en la temporada 96-97, por la
importante inversión realizada para buscar el anhelado
ascenso a la categoría de bronce, después de un largo
paréntesis de cinco años sin fútbol ni un estadio al dejarse
abandonado a su suerte por las autoridades políticas el
municipal Alfonso Murube.
Así las cosas, el actual presidente del Ceuta sabía que
contaba con un ‘fijo’ de 125 millones de pesetas al que
había que sumar los ingresos por la venta de abonos,
taquillas, publicidad en las vallas, la participación en la
Copa del Rey donde el Ceuta superó la fase previa y en la
primera eliminatoria se enfrentó en el Murube a la SD Éibar
de la Segunda División, la compensación económica que
recibieron los clubes de Segunda ‘B’ al modificarse sobre la
marcha el sistema de competición en el torneo del k.o.
porque quedaron excluidos de las primeras rondas los equipos
de Primera División... Los ingresos por los diversos
conceptos citados podrían llegar a los 170 millones de
pesetas, pero en ningún caso a los 200 que necesita el club
para cerrar la temporada sin déficit.
Valero y su equipo de trabajo no han sabido o no han podido
generar ingresos extras, -como la publicidad en las
camisetas-, ni han aportado capital propio para completar el
presupuesto y cumplir con la principal exigencia de la
Ciudad Autónoma: no incrementar la deuda que arrastra el
club desde hace varias temporadas.
Si en lo deportivo la AD Ceuta salvará los muebles de una
forma más o menos decorosa, después de muchas jornadas
‘coqueteando’ peligrosamente con la Tercera División, en el
apartado económico los números no cuadran y se generará un
déficit. La entidad sólo ha podido pagar a los jugadores la
mitad de la nómina de marzo y tampoco ha hecho efectivos los
pagos de fichas de febrero, marzo y abril habiendo entregado
a los jugadores pagarés con vencimiento en julio y agosto.
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Con el déficit de esta temporada el saneamiento queda en
entredicho
El pasado verano cuando se produjo
el cambio de directiva en la AD Ceuta se dejó muy claro por
parte de la Ciudad Autónoma la necesidad de sanear el club
en las temporadas venideras. Hasta aquí muy bien. Pero cabe
preguntarse de qué sirve destinar una cantidad económica
para el saneamiento del club si el primer proyecto de
Ernesto Valero se cierra con un déficit superior a los 30
millones de pesetas. El cacareado saneamiento queda en
entredicho y además en lo deportivo el Ceuta, salvo milagro
en las últimas cinco jornadas, no conseguirá el objetivo
marcado por la actual directiva: acabar entre los cuatro
primeros clasificados y pelear por el ascenso a Segunda
División, a pesar de disponer de uno de los presupuestos más
importantes del grupo cuarto de la Segunda ‘B’.
El equipo ha mejorado mucho con Orúe, pero el jerezano llegó
a falta de once jornadas con el equipo en zona de descenso
directo y dentro del club se daban con un canto en los
dientes si se llegaba a las jornadas finales con la
permanencia en el bolsillo. Esto se ha conseguido y la Copa
del Rey sería posible si el Ceuta lo borda de aquí al final
de la Liga. En las últimas cinco jornadas los caballas
jugarán dos partidos en casa ante el Algeciras y el Díter y
visitarán los campos del Alcalá, Conquense y Talavera.
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