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OPINIÓN - VIERNES, 28 DE ABRIL DE 2006

 
OPINIÓN / PERSONAL Y TRANSFERIBLE

Bel y el consejo de la Juventud

Por Domingo Ramos


Días pasados, según publicaba nuestro diario, tuvo lugar en la Asamblea una reunión de la Consejera Yolanda Bel con miembros de diversas organizaciones juveniles para formalizar el Plan Integral de la Juventud, el primero en Ceuta. Y parece ser que la Consejera se ha tomado en serio y con la importancia que merece, el crear este Plan que quedaría listo, tal y como se desprendía de la información antes referida, a la finalización del actual ejercicio.

La Consejera de Bienestar Social se ha tomado con interés el tema, dicho sea de paso, con el mismo interés que se viene tomando en cuantas importantes cuestiones dependientes de la Consejería de la que es titular, viene actuando. Pero en esta ocasión, si cabe, nos parece digna de alabar la disposición con que se dirigió a los asistentes dejando claro que se trataba “no de discutir, sino de debatir” sobre los importantes cuestiones que atañen a la juventud y la Consejera sabe de los problemas que están pendientes de solución a nivel local que pueden resolverse con una decidida actuación de la Administración dando apoyo a la juventud a través del Consejo de la Ciudad Autónoma de Ceuta creado, pensamos, a imagen del nacional para, como establece la Constitución Española, “propiciar la participación de la juventud en su desarrollo político, social, económico y cultural”.

Hoy en día, con las ocupaciones laborales de los dos progenitores que le restan tiempo para atender debidamente a sus hijos, la juventud necesita de mas apoyo e información para, por ejemplo, la prevención de enfermedades tan de actualidad como el sida, la bulimia, la anorexia… Asistencia individualizada para el seguimiento de los estudios tratándose de evitar el fracaso académico (España está a la cabeza de Europa del número de jóvenes que no culminan los estudios superiores o universitarios). Ayuda para la evitación de los embarazos no deseados y, en su caso, protección y ayuda a madres solteras (la mayoría de las veces jóvenes todavía en edad de estudios y sin ocupación). Seguimiento, si hay dificultades, de convivencia en la casa familiar. Organización de actividades culturales, deportivas y recreativas que vengan a ocupar los espacios de ocio de la juventud y así evitar inclinaciones de otro orden como pudieran ser el consumo de drogas, el exceso de la ingestión de bebidas alcohólicas y, porqué no, la adicción al tabaco. La construcción de viviendas, destinadas a jóvenes, de promoción pública y precios asequibles a los demandantes de las mismas (en la actualidad un joven necesita del empleo del 53,7 por ciento de su salario para la adquisición de vivienda, según la media nacional y de casi un 49 por ciento para los jóvenes de Ceuta y Melilla). La inclusión de todas estas atenciones a jóvenes incapacitados. En definitiva, la ayuda y orientación para la elección de carreras universitarias y, una vez acabadas las mismas, la consecución de empleo para este importante colectivo de la sociedad española. La Consejera Yolanda Bel al emprender esta acción, creemos tiene bien asumido el precepto de la Constitución ya mencionado, según también se desprendía de la información a que hemos hecho referencia, empezando con la confección de un “estudio sociológico de la población joven de Ceuta” y asumiendo la responsabilidad de llevar a cabo estas actuaciones que redundaran en beneficio de la juventud, actuaciones que no dudamos conseguirá, de serle prestada la atención que merece principalmente en lo que a consecución de presupuestos se refiere, dadas las condiciones que adornan su persona y la dedicación a la colectividad de que viene haciendo gala desde el importante puesto político que desempeña en la Asamblea de nuestra Ciudad Autónoma.
 

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