La Ciudad de Ceuta parece latir
con pulsaciones de época preelectoral, latidos excesivamente
anticipativos que, ojeando los medios por internet, tan solo
he podido encontrar en la lucha soterrada por la cabeza de
lista en las municipales de Marbella, hoy por hoy gobernada
por una gestora. Por ello extrañan las similitudes cuando
son dos puntos tan distintos, afortunadamente y tan
distantes en su trayectoria. Pero en Ceuta hay ambiente
electoral, se palpa, se vaticinan resultados, se echan las
cuentas, cada cual se remonta a la memoria histórica y al
significado de cada partido en el devenir de la ciudad.
Si de Juan Vivas se alaba su gestión, porque es buen gestor,
a mi admirado Delegado de Gobierno puede nombrársele Bombero
Mayor del Reino, porque ha apagado el fuego del recuerdo de
errores socialistas monumentales en Ceuta. Pero la
anticipación excesiva tiende a desgastar, por ello tal vez
hubiera sido conveniente, desde el punto de vista de la
estrategia y para contar con el factor sorpresa, que no se
hubiera sellado hasta un poco más adelante la “unión
política” entre dos formaciones tan divergentes a mi
entender como son la UDCE y los comunistas de Izquierda
Unida .
Y hablo con cierto conocimiento de causa, no de la realidad
política ceutí, de la que me informo leyendo, sino de la
trayectoria de Izquierda Unida, heredera directa del Partido
Comunista y única formación marxista del panorama nacional
con excepción de los extraños abertzales del Partido
Comunista de las Tierras Vascas, apéndice batasuno por
antonomasia. He hablado del tema y me han hablado, sin
conocerle conozco a Musa como político coherente con su
ideología, ideología que, por supuesto, no comparto y que me
provoca cierta aprensión. Lástima tal vez de personas
válidas desaprovechadas en luchar por ideologías tan ajadas,
decimonónicas y polvorientas como son la dictadura del
proletariado y las máximas repetitivas y sobadas tipo “La
religión es el opio del pueblo”. Como católica practicante,
que no capillita ni meapilas, sino persona normalísima que
intenta santificarse, en humilde, con el trabajo profesional
y el cumplimiento de los deberes ordinarios del cristiano,
no llega a mis cortas entendederas cuales pueden ser los
puntos de convergencia entre ateos marxistas e islámicos
practicantes. UDCE es un partido musulmán y este colectivo
es esencialmente cuidadoso con el papel prioritario de su
religión en sus vidas y va “precisamente” a aliarse y formar
camarilla con un partido no laico ni aconfesional, tampoco
agnóstico sino furiosamente ateo y con una doctrina muy
consolidada secularmente y unos principios filosóficos
irrenunciables.
El socialismo abjuró del marxismo y se democratizó y
europeizó hasta llegar a ser una formación socialdemócrata
similar a sus congéneres de toda Europa, fue una cuestión de
inteligencia, de oportunidad política y de sentir el latido
de su electorado que no era en absoluto seguidor de Kart
Marx, del atroz padrecito Stalin ni de Lenin. Hizo bien
Felipe desmarcándose de postulados añejos y de sistemas que
han supuesto para los países donde se han implantado un
auténtico infierno en la tierra. Véase hoy el ejemplo
coreano y la depauperada Cuba de esa vieja cabra que es
Fidel. La dictadura del proletariado es un horror, un
auténtico espanto y de nada sirve, deprisa y corriendo y por
mor de alianzas electorales lógicamente interesadas, tratar
de mezclar el agua con el aceite. “Lucha contra las
desigualdades sociales” ese manido slogan ya fue utilizado
por el Partido Comunista en Andalucía y por el Sindicato de
Obreros del Campo en los setenta, cuando se iba contra los
latifundios y se miraba hacia Marinaleda. Hoy, el concepto
está demodé y suena cursi. La única lucha factible contra
las desigualdades son las iguales oportunidades de
culturización, que ya están y ya existen, la cultura, la
capacitación laboral y la formación profesional obligatorias
son el elixir contra las desigualdades.
Enseñar a utilizar la caña y no meterle a nadie un pez en la
boca. Para eso, los míos, somos muy “nuestros” porque los
católicos tomamos el trabajo profesional como un reto y una
oportunidad evolutiva dentro de esta era de la globalización
y, por cierto, los marxistas suelen ser antiglobalización. A
lo que tienen todo el derecho del mundo, me refiero a ser lo
que les de la gana, pero eso que dicen de “fomentar la
multiculturalidad y el respeto a los diversos pueblos de
España” me suena a ya oído, muy en plan moral onegetista,
ahora, que si sirve para que la “unión política” UDCE y los
comunistas, abran sus brazos hospitalariamente al colectivo
gitano, mayoritariamente desfavorecido en el sur de España y
deseoso por implantarse en la bella ciudad autónoma,
disfrutar de VPO, planes de formación y escuelas, esa
multiculturalidad me encanta, ya saben, por mis genes
calorros y si fomentan aún más lo multicultural aceptando al
colectivo ecuatoriano que es mayoritario en muchas zonas,
mejor que mejor. ¿Qué están murmurando? ¿Qué los gitanos son
muy suyos y con unas hondas raíces religiosas y no quieren a
los ateos? Bueno y los de Mohamed Alí son mayoritariamente
islámicos y los islámicos son fieles cumplidores de sus
propias normas religiosas y tienen una moral secular y una
filosofía abiertamente enfrentada al ateismo marxista.
¿A que culturas se quieren abrir? Yo se de pueblos en
Asturias, bastante aislados, donde se habla en bable y en
León existen los maragatos, que son una pasada y existo yo
que soy rifeña y nieta de gitano. ¿Se abrirán a minorías
étnicas tipo habitantes de Guinea Nueva Papua o a esos
Testigos de Jehová, “el culto” predominante entre la
gitanería? con excepción de servidora que es católica,
apostólica y recriá en el Palo de Málaga. Pero oigan ¡Que
extraños compañeros de viaje fragua el politiquéo! Deberían
haber esperado un poco, muchos musulmanes pueden negarse en
redondo a votar comunismo y a los comunistas les trae al
pairo la opinión del ulema. Una conjunción tan discrepante
que puede resultar hasta interesante, sobre todo si tratan,
a base de eufemismos y frases hechas de aunar ideologías.
Yo, la verdad a un islámico marxista no he conocido jamás
¿Ustedes si? Pues me escriban y me lo cuenten.
|