Falta un año para que se celebren
las elecciones municipales donde todos los interesados en
estos menesteres, incluidos “nosotros los políticos”,
tratarán de ocupar un silloncito en la Ciudad Autónoma de
Ceuta que les permitirá, además, ganar una buena pasta
gansa. Aunque, eso sí, todos trabajarán al máximo para
procurar que no nos falte ni gloria pura. ¡Ele el arte y las
cazuelas de papas con fideos gordos y sus jureles fritos de
una día para otro!.Y, además, por si falta algo, debo añadir
y añado, ¡Ele la cultura gitana, aunque aquí se hable sólo
de cuatro culturas, sin contar con la gitana!
Por cierto, antes de que se me olvide, porque soy una jartá
distraído y se me olvidan, con frecuencia las cosas. Debo
advertir que el único que hasta ahora, ha defendido la
existencia de la cultura gitana, a sido servidor. Así que
sin apuntarse al carro y decir que “yo digo que hay cinco”.
Vamos a ser serio y a dejar de copiar que está muy feo.
De momento, por aquello de al que madruga Dios le ayuda, los
partidos políticos han empezado la campaña para ofrecer al
ciudadano, a cambio de su voto, no sé cuantas cosas que le
van a hacer para su beneficio.
Basta leerse los programas, de cualquier partido político,
para darse cuenta de lo bien que lo van a hacer todos ellos
en beneficio nuestros, que como diría la sabia de mí abuela,
vamos a estar mejor que en brazos, mientras nos cantan la
canción del verano. “Opá yo viasé un corra” que, por cierto,
nada tiene que ver con ningún partido político, como han
detectado algunas de las “lumbreras” políticas de esta
tierra. Y, por tanto, sobran todos los coordinadores para
llevar a cabo, divide y vencerás. “Ozú mi mare laz de cozas
que hay que inventar pa ze el número uno”
No es por nada, amigo guardia, pero leyendo cualquiera de
los programas le dan, a usted, ganas de votarlos a todo.
Por favor, compañeros, lo de “votarlos”, no lo vayáis a
poner con “b” no sea que, algunos de los “genios” políticos
se nos vayan a enfadar que, en cuanto llegan las elecciones,
se nos vuelven, estas criaturitas, muy susceptibles y nos
pueden mandar a sufrir todas las penas del infierno.
Aunque pensándolo bien, con tranquilidad, y viendo lo que
hay, a más de uno que se puedan presentar, lo mejor que
podríamos hacer, en beneficio de esta tierra nuestra, es
”botarlos”. Y esta vez, compañeros, sin problema podéis
dejar la “b”.
Me imagino, y digo bien lo de me imagino porque nunca he
pertenecido a ningún partido político, las dificultades que
tienen que tener para completar una lista de veinticinco
personas, con capacidad intelectual y cultural suficientes,
para que nos gobiernen durante cuatro años.
Oiga, no se ponga usted de esa manera, ni me mire como me
está mirando porque, encontrar veinticinco personas con esas
cualidades culturales e intelectuales, no es moco de pavo.
A ver si se va a creer, usted, que esos se eligen así, como
quine dijo, por las buenas o por la recomendación dada por
el que más mande en el partido.
Si así lo cree se equivoca amigo mio. Eso es más serio de lo
que parece y la selección, del personal , se hace con sumo
cuidado y estudiando bien las condiciones culturales e
intelectuales que poseen los futuros consejero.
Aquí no caben recomendaciones ni nada por el estilo. La
prueba de lo que estoy contándole la puede, usted, efectuar
cuando lea los veinticinco que conformen las listas de
cualquiera de los partidos que se presenten a las
elecciones.
No, de verdad, no me mire así, le estoy diciendo para que
quede claro, de una vez por todas, porque usted como otros
muchos, son de los que piensan que aquí también valen las
recomendaciones o los pelotas y lameculo que, durante cuatro
años, han estado pegados al poder a ver si les incluyen en
las listas.
Se lo repito, para que no haya dudas, todos los que piensan
así, se equivocan de medio a medio. ¿Qué si estoy de
cachondeo?. No señor, no se confunda, estoy muy en serio.
Estas cosas no son para tomárselas a bromas.
La selección del personal, para ocupar un puesto en esa
lista que conforman los veinticinco, se hace de forma
rigurosa y, siempre, teniendo en cuenta su formación
cultural y el grado de intelectualidad del individuo.
Qué, ustedes, creen qué estoy equivocado y que no se
selecciona, al personal, de esa forma, sino más bien por el
sistema del “dedátil” , teniendo en cuenta, sobre todas las
cosas, la calidad que posea como pelota y lameculo del que
más manda. Y que estaría dispuesto a adelantame par de
nombres que irán en una de las lista, sin tener más méritos
que el haber estado haciéndole la pelota al que más manda en
el partido, riéndole todas las gracias y diciendo a todo “si
bwana”, con menos nivel cultural e intelectual que las lapas
de la Ribera.
Oiga, en serio, si piensa de esa forma, tengo que decirle
que ese es su problema pero que, a servidor, no lo meta
usted en ningún lio. Oiga, no está la cosa para bromas.
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