A falta todavía de trece meses vemos como ya andan los
miembros de los partidos políticos “calentando motores” y
abriéndose paso a codazos para situarse en las mejores
posiciones de salida en esta carrera que hará llegar a
algunos, no los mejores -al contrario que en los campeonatos
de fútbol- a presentarse a las Elecciones Locales que, en
nuestra ciudad, por mor de carecer de competencias en
materia electoral, suponen el “gran salto” a la Asamblea de
Ceuta. Y siguiendo con el símil deportivo, diremos que
algunos, los integrantes del equipo que conformen la lista
exceptuando a los “entrenadores” que serán los números uno
de cada candidatura y que como hemos venido relatando días
pasados, ya están perfilados, por lo que uno de los
conjuntos locales podría estar formado por
Porteros: defensores a ultranza del “mister” a quien
profesan, de boquilla, verdadera adoración y que vendrán,
durante los partidos de liga (entiéndase legislatura),
cumpliendo a rajatabla la misión que le fuera encomendada
por el mismo a fin de mantener el tipo.
Defensas, algunos se emplearan con más dureza que otros,
pero todos guardando las formas para conservar la
titularidad y mantener las distancias a fin de no quedar
descolgados de los medios y a la expectativa de posibles
fallos para dar el salto, lo que ello supone de incremento
en la cuestión económica, que al fin y al cabo es lo que
importa.
Medios: aquellos llamados políticos a los que solo les va a
interesar participar, sin exponer lo mas mínimo, así estos
medios formarán el equipo “funcionarial”, es decir, como
algunos empleados públicos que entienden que, con aprobar
las oposiciones, han conseguido una imposición a plazo fijo
o de por vida aun cuando ellos lo pactan a cuatro años. Por
último, se tiene que contar con una
Delantera, cuyos componentes suelen ser los mejor
compensados económicamente hablando y en la que habrá que
distinguir a los extremos (que serán los encargados de hacer
incursiones saliendo de su terreno para estar al tanto de
las intenciones del contrario); interiores (quienes tendrán
por misión enlazar con los medios para llevar el peligro a
la oposición) y, por último, el delantero centro (verdadero
ariete que será el presentador y portavoz de todas las
acciones de gobierno así como el encargado de dar réplica a
la defensa contraria en sus acciones de ataque). Total, que
hemos conformado un equipo de once componentes pero todos
sabemos que la plantilla se compone de veinticinco y, por
ende, el mismo número de miembros que el de escaños a cubrir
en el ente municipal (entiéndase Asamblea), por lo que no
podemos olvidar a los que quedaran en el banquillo quienes,
aun cuando no disfruten de las primas de los titulares,
mantienen su sueldo y demás prebendas que facilita el ente
político, que para eso ellos firmaron su integración
“testimonial” en la candidatura, pero trincando mensualmente
la dotación económica asignada. Por último es obligado hacer
una aclaración: hemos tomado como referencia un equipo
ganador, o sea de dieciocho o más miembros que tienen que
estar respaldados por el colectivo de directivos
(Presidente, Secretario General, Tesorero, etc.) que aun
cuando no forman parte de la candidatura, intervienen muy
activamente en la composición de la misma y son, en
definitiva, quienes llevan a cabo la política de fichajes,
que podrá ser por consanguinidad (familiares), afinidad
(según el “peloteo” de que haya sido objeto) o compensación
(como pago de favores recibidos).
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