La VII Cumbre Hispano Marroquí ha finalizado con un
principio de acuerdo de parte de Rabat, que ha hecho firme
su intención de admitir en su territorio a los inmigrantes
ilegales llegados a España desde terceros países. Este
compromiso responde a la lucha contra la inmigración
clandestina que tanto España como Marruecos han abordado a
lo largo de la cumbre. Por otro lado, Consuelo Rumí,
secretaria de Estado de Inmigración, certificaba tras la
reunión que gracias a la colaboración de Marruecos han
variado los itinerarios migratorios; hecho que deja a Ceuta
y Melilla en segundo plano relativo. Las últimas llegadas de
inmigrantes se han producido en Canarias y han tenido su
punto de partida en Mauritania. Otro de los ejes de la
reunión ha sido el problema de los menores marroquíes no
acompñados, un asunto en el que Ceuta se ve directamente
implicada. La Ciudad Autónoma, que vive ambos fenómenos
migratorios, participa de la agenda de la cumbre como
territorio prioritario de actuación. Al encuentro, que se ha
celebrado en Madrid, han asistido Consuelo Rumí, secretaria
de Estado de Inmigración y Antonio Camacho, secretario de
Estado de Seguridad, por parte española. Del lado marroquí,
la delegación la encabeza el director general de Asuntos
Exteriores, Mohieddine Amzzazi, el director de Migración y
Vigilancia de Fronteras, Khalid Zerouali, y el director de
Asuntos Consulares, Jaouad Hindi.
Menores
Ambas delegaciones debatieron sobre menores marroquíes no
acompañados, un asunto que el Gobierno de Ceuta planteaba
recientemente al Ejecutivo central, en la Comisión Conjunta
de Cooperación con el Estado, de cara a recibir mayor
financiación económica. Representantes españoles y
marroquíes hablaron sobre la posibilidad, ya conocida, de
construir dos centros para menores en las localidades de
Nador y Benin Mellal, al noreste y centro del país magrebí.
Es un ‘viejo’ asunto que se debatió en diciembre del pasado
año en una reunión a la que asistió el director general de
Menores en Ceuta, Miguel Fábrega, quien no ha vuelto a
recibir comunicación de la Secretaría de Estado de
Inmigración, a pesar de plantearse como una cuestión de
urgencia. Por otro lado, las nuevas rutas de inmigración
clandestina ocuparon las conversaciones bilaterales.
Marruecos, después de las llegadas masivas a los vallados de
Ceuta y Melilla, estableció medidas de contro fronterizo más
firmes.
|