La dolencia no es nueva, tampoco
lo son los síntomas y no es, ni mucho menos, la primera vez
que el paciente pasa consulta a la espera de un diagnóstico
y el urgente remedio. Pese a todo, Ceuta sigue ansiando un
remedio milagroso que acabe con los dolores de su asmática
economía. En las próximas semanas se reunirán los doctores
por enésima vez: Sindicatos, empresarios, el Gobierno de la
Ciudad y la Administración Local se encontrarán alrededor de
la llamada ‘Mesa por la Economía’ para consensuar la poción
que devuelva el vigor a la economía ceutí.
Hace no mucho, el las páginas de El Pueblo, Basilio
Fernández, presidente del Consejo Económico y Social de
Ceuta (CES), metía el dedo en el ojo (de manera
constructiva) a los agentes sociales recordando que muchos
son los informes y las reuniones, “pero nunca llega el
momento de ponerlo en práctica”. Esa es, tal vez, la clave
para salir del atolladero y sindicatos y empresarios parecen
haberlo comprendido. UGT, CCOO y la CECE buscan puntos de
encuentro para presentar un documento conjunto con un
catálogo de propuestas, basadas, muchas de ellas,
precisamente en las recomendaciones que en su día hiciera el
CES en su Memoria Socioeconómica. Pero el tiempo apremia.
Ceuta arrastra una crisis que amenaza con convertirse en
crónica. Su economía sobrevive desequilibrada hacia el
sector servicios, que concentra el 90% del desarrollo de la
ciudad, volcada en un comercio que aguanta a duras penas. La
economía de Ceuta necesita alternativas y es el momento de
tomar decisiones y llevarlas a cabo.
Ahora, sindicatos y empresarios, una vez más, piden la
ampliación y revisión de la frontera comercial de El Tarajal
y la reapertura del paso fronterizo de Benzú. Sobre la mesa
de reuniones están a debate además la ampliación del IPSI,
el abaratamiento del transporte marítimo... Medidas muchas
veces oídas y que nunca se hacen realidad.
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