La historia siempre se repite, por
muchos esfuerzos que hagamos para tratar de evitar esa
repetición. Y somos nosotros mismos, los que con nuestras
acciones, los que actuando como si fuésemos una moviola,
hacemos que los mismos hechos se vuelvan a suceder.
Volvemos a poner de nuestra parte, todos los elementos
necesarios, para que todo lo que sucedió vuelva a suceder de
la misma forma y manera que en años anteriores sucedieron
los mismos hechos. Somos así y nadie va poder remediar que
los mismos acontecimientos vuelvan, de nuevo, a suceder.
Llegada la Semana Santa son miles de ceutíes los que se
toman las vacaciones trasladándose a la Península, para
disfrutar de las mismas, bien en sus casas, todo el que
tenga casa fuera de nuestra tierra, o bien acomodándose en
hoteles. De una u otra forma, esos conlleva unos gastos
extras que nos ahorraríamos quedándonos en Ceuta a disfrutar
de su Semana Santa.
Naturalmente eso de quedarnos en casa, sin salir a la
Península, no sería lo más lógico, puesto que lo normal es
salir de vacaciones aunque, para ello, tengamos que
gastarnos un dinero que no tenemos, pero para eso están los
bancos amigos prestos, en todo momento, a darnos el préstamo
solicitado para uso y disfrute de eso días.
La vuelta a casa, una vez disfrutado ese período vacacional,
se tiene que desarrollar, porque así está escrita la
historia, que hacemos repetir, con los consabidos nervios, a
la llegada al puerto de Algeciras para coger el barco que
nos devuelva a Ceuta
. Esos nervios que se acentúan más, ante la incognita de si
podremos coger el barco cuando lleguemos a puerto o
tendremos que esperar unas pocas de horas para hacerlo
debido, entre otras razones, por las dificultades que
entrañan, el no existir el intercambio de billetes.
El problema aumenta, cuando todos queremos coger el último
barco, para disfrutar el máximo de nuestras vacaciones.Y ahí
empiezan las discusiones familiares, con esas frase del
marido o la mujer, ante la posibilidad de no poder embarcar,
“te lo estába diciendo que deberíamos habernos venido antes
pero tú, que todo lo sabe, asegurabas que no habría problema
para embarcar. Veremos a ver sino nos tenemos que quedar en
Algeciras”.La repuesta, la de siempre, ¡callate... que me
estás poniendo nervioso!. La culpa la tengo yo por haberte
traído de vacaciones. Me reservo, si la discusión va en
aumento, las cosas que se tendrían que oir, en todo caso, no
apta para menores. Tela del telón.
Lo que les decía al principio, que las historias se repiten
porque, nosotros actuamos como una moviola, para que vuelvan
a producirse los mismos hechos por las mismas circunstancias
que se produjeron en años anteriores.
Igual que, de nuevo, como en años anteriores, el jueves y el
viernes santos desayunar, en esta tierra nuestra, era todo
una proeza, apenas si había cafeterias donde poder hacerlo.
La historia, una vez más como cada año, volvía a repetirse.
Como volverá a repetirse, ese consabido “la cosas está muy
mal en el gremio de la hostelería”, frase repetida por los
mismos que la dijeron el pasado año, cuando volvieron de
disfrutar las vacaciones de Semana Santa, después de haberse
gastado una pasta en ellas
A esa pasta gastada allende de nuestras fronteras, hay que
unirles las perdidas de haber mantenido cerrados sus
establecimientos durante esos días. Con lo cual, el gasto
realizado más lo que se ha dejado de ganar, con las posibles
ventas, supone una importante perdida. A pesar de todo
volveremos a escuchar la repetida frase que, cada año, dicen
todos ellos, sobre lo mal que está el negocio.
Somos nosotros, los que, cada vez más, hacemos que las
historias vividas, en años anteriores, vuelvan a repetirse
muchas de ellas en las mismas fechas que se vienen
sucediendo cada año.
Y así de esa forma, una y otra vez, como es el caso que
comentamos, volverán a sucederse esas historias, el próximo
año cuando, de nuevo, lleguen las vacaciones de la Semana
Santa.
Con su llegada , volveremos a escuchar las mismas frase, las
mismas discusiones, llegando al puerto de Algeciras a la
hora desembarcar de regreso a casa o la que dicen, siempre,
los mismos de lo mal que está el negocio.
Nosotros, no caben excusas, somos los únicos culpables de
que las historias vuelvan a repetirse. No tenemos solución,
no nos sirven, que las historias se repitan una y otra vez,
la mayoría de ellas en las mismas circunstancias, forzadas
por la sin razón de los hombres, como escarmiento, para que
nos se vuelvan a repetir.
De todos es sabido que el hombre, es el único animal que
tropieza dos veces en la misma piedra.
Se están dando hechos y circunstancias, lo de la vacaciones
de Semana Santa es pecata minuta, para que se vuelva a
repetir cierta historia que ojalá no se dé.
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