Los hombres de Carlos Orúe regresaron ayer al trabajo en el
Martínez Pirri tras el descanso semanal del pasado martes, y
con la mirada puesta ya en la disputa de la trigésimo
tercera jornada, que les obligará a enfrentarse en la media
mañana del próximo domingo en el Alfonso Murube al Club
Deportivo Baza.
La AD Ceuta se prepara por tanto para la visita de un
conjunto granadino que ocupa por el momento la cuarta y
última de las plazas que condenan al descenso directo a
Tercera División y que contando con cinco puntos menos en su
haber que los 41 que sostienen a los ceutíes en la décimo
tercera posición, atravesará presumiblemente el Estrecho con
una única intención, la de tratar por todos los medios de
lograr su octava victoria esta temporada y poder así optar
al abandono de la zona peligrosa, ya que un empate le
castigaría con la permanencia en la misma posición, la
décimo séptima.
Una agradable meteorología acompañó durante la jornada de
ayer a la plantilla blanca durante su ejercitación sobre el
césped artificial del Martínez Pirri, donde los pupilos de
Carlos Orúe realizaron una dura sesión física comandada por
Rómulo Díaz, para a continuación pasar a la disputa de un no
menos intenso ‘partidillo’ a dos campos, que se prolongó
durante la última media hora. El técnico jerezano no cesó de
dar indicaciones a los suyos así como de exigirlos una mayor
implicación, que fue en aumento a medida que pasaron los
minutos tanto para los jugadores que vistieron peto naranja
(Basauri, Nayim, Alfonso, Guri, Mario, Miguel, Cerveró,
Franch, Platero, Javi Hernández y Moisés) como para los
integrantes del combinado contrario, siendo el argentino
Diego Herrera el encargado de abrir el marcador para estos
últimos y Dani Platero el autor del empate. La única baja de
la jornada fue la protagonizada por el sub-23 Sebas, quien
superando la última fase de un proceso gripal se espera que
pueda incorporarse a finales de semana a los entrenamientos
junto al resto del grupo.
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