Declaro, una vez más, que espero
siempre con enorme ilusión que juegue el Madrid para
sentarme en la salita de estar y ver el partido de mi
equipo. Mi sentir madridista me cuesta una pasta gansa al
año. Ya que suelo apuntarme a todos los encuentros que
Canal Plus, tras pasar por taquilla, nos ofrece. Incluso
los de la Copa del Rey. Y además estoy abonado a Canal
55. Con lo cual conozco sobradamente las posibilidades
de muchos de los jóvenes que vienen actuando en las
categorías inferiores.
Dicen que los del Madrid estamos tan acostumbrados a que
gane nuestro equipo que, cuando pintan bastos, no hay quien
nos aguante. Se nos tacha de exquisitos y de haber presumido
durante muchos años de identificarnos con un club que lo
ganaba casi todo y que hacía el mejor fútbol del mundo. Y
pueden que lleven razón quienes nos acusan de ambas cosas. Y
hasta se permiten el lujo de echarnos en cara eso tan manido
de que nuestro equipo estaba protegido por la dictadura.
Pues bien, a pesar de que esa es una trola de los
envidiosos, uno está también capacitado para soportarla. Y
voy más lejos: en mi caso, mi madridismo no se ha resentido
lo más mínimo por saber que serán tres las temporadas que
nos vamos a quedar sin obtener un título.
Sin embargo, lo que me está poniendo al borde del disparate
es darme cuenta de que Canal Plus me está tomando el
pelo durante las retransmisiones de los partidos. Es
incomprensible que el canal 101 se haya convertido en el
refugio de un narrador incompetente y de un glosador que se
limita a decir amén a todo cuanto le plantea su compañero de
micrófono. El narrador, creo que se apellida Carrasco,
es un tipo que suele gritar tanto o más que Carlos
Martínez, que ya es decir, y a quien no se le cae de la
boca Casillas. No sé que le habrá dado Iker, pero el
hombre se excita de manera que las palabras le salen
atropelladas y admirativas, hasta el punto de que pierde los
papeles y babea como un idiota que se olvida de que los
paganinis somos televidentes y no radioescuchas. Idiotas
como éste, que no acaban de entender que son profesionales
de un micrófono para relatar lo que sucede durante el
encuentro y no lo que les gustaría a ellos que ocurriera,
son los que pueden acabar con la afición de quienes no
estamos dispuestos a soportar mentiras. Aunque siendo ello
grave, lo es más el que Amavisca, futbolista que ha
sido bueno, se someta a los dictados de un incompetente que
le hace dar opiniones que producen vergüenza ajena. A ver si
me es posible reconstruir los comentarios de ambos, en
relación con el portero madridista.
-Carrasco: ¡Iker, Iker para en dos tiempos! Siempre está
bien colocado, ¿eh?
El chut es flojito y al guardameta se le ha ido el balón de
las manos. Menos mal que no había rivales merodeando por
allí.
Respuesta de Amavisca: Iker, como siempre, muy bien
colocado. ¡Toma del frasco!
En un centro chut cerrado de Pernía, fuerte. Casillas
está mal situado y hace que la parada parezca más difícil de
lo que es.
-C: ¡Paradón de Iker, paradón, paradón de Iker! Eso es para
callar a quienes dijeron que el domingo falló ante la Real
Sociedad. Claro, que si el Madrid hubiera marcado tres goles
no se habría notado su fallito. Estamos hablando del mejor
portero del mundo, ¿o no, Amavisca?
-A: Bueno, si no el mejor, bien puede decirse que sea el
tercero mejor del mundo.
Y sobre todo, dicen narrador y glosador, es tan buen tipo...
Dos salidas en falso del arquero, son excusadas porque el
sol le pega en los ojos. Y llegamos al final: falta lateral;
la saca Contra y Casillas falla estrepitosamente en
el área chica. Gol. La culpa se la echan a P. García
y Mejías.
|