El central Mario Hidalgo fue uno de los implicados en el
aparatoso choque fortuito que se produjo en el entrenamiento
del pasado Jueves Santo de la AD Ceuta y que se saldó con
visita de urgencia al hospital tanto del delantero Moisés, a
quien el golpe contra su compañero le ocasionó una
considerable brecha en la cabeza, como del joven defensa,
que sufrió la rotura de varios dientes.
Carlos Orúe decidió dejar fuera de la convocatoria al
algecireño, a quien le fueron administrados
antiinflamatorios, con el fin de paliar el dolor, apostando
por su pronta recuperación. Decisión acertada la del técnico
jerezano, teniendo en cuenta que fue tomada sin conocer aún
el desenlace del encuentro ante el Linares, que deparó la
expulsión por doble amonestación amarilla del canterano Guri,
y la consiguiente baja para la próxima jornada que será
confirmada esta tarde por el Comité de Competición. Mario
aseguró encontrarse mejor, ya que tras su visita el pasado
lunes al dentista se le ha colocado un protector que le
permite incorporarse a los entrenamientos, aunque “hasta la
semana que viene no me empiezan a arreglar los dientes, pero
con el protector espero que pueda jugar”.
En lo relativo a la reacción del equipo desde la
incorporación al banquillo de Carlos Orúe, el central
reconoce el momento relativamente dulce que vive el equipo,
ya que a su juicio, la intención de hacerlo bien ha sido una
constante a lo largo de toda la temporada. “Esta es la lucha
que hemos tenido durante todo el año, con la diferencia de
que ahora nos está yendo mejor, en definitiva estamos
metiendo más goles y encajando menos, están saliendo bien
las cosas, de momento”, afirma. El algecireño señala
asimismo la importancia de lograr la victoria ante el Baza
el próximo domingo en el Alfonso Murube. “Si ganamos no
miraríamos tanto para abajo, aunque realmente siempre
estamos mirando hacia adelante. La victoria es sin duda
importante para salvar un poquito más las diferencias con
los de abajo”.
A sus 20 años, Mario ha sido una de las opciones en el eje
central de la defensa ceutí esta temporada, tanto para Ramón
María Calderé como para el jerezano Carlos Orúe, lo que
supone una gran satisfacción personal para el jugador, que a
pesar de su juventud ya sabe lo que es ser titular en
repetidas ocasiones en la categoría. “La verdad que no me
esperaba jugar tanto, por una cosa o por otra he tenido la
oportunidad, también por otro lado me ha dado un poquito de
confianza el míster también, y espero que pueda seguir así”.
En opinión del joven zaguero de la escuadra caballa, la
segunda ‘B’ es una categoría trampolín, valedera para
“tratar de dar el salto a Segunda División y si tienes una
buena preparación incluso poder llegar hasta un Primera”.
Mario insiste en que “es una categoría de mucha lucha, y si
a parte de esa lucha tienes otras cualidades, es lo que te
puede ayudar a salir adelante”.
A falta de seis jornadas para el desenlace, Mario considera
que “la Liga es todavía una caja de sorpresas, tanto para el
equipo que jugará la promoción como para los que están en
puestos de descenso. Espero que ganemos todos los partidos y
que pinchen algunos de nuestros rivales, aunque los equipos
que nos quedan son justo los que están detrás nuestro y
frente a los que realmente nos la jugamos”, concluye.
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